En busca de la primera herramienta
Un equipo español excavará en el Rift etíope para tratar de hallar artefactos de homínidos
Amanecer en Olduvai, hace unos cuantos millones de años: con música de Richard Strauss -Así habló Zaratustra- un homínido peludo torna una costilla de tapir abandonada por los carroñeros entre el polvo del plio-pleistoceno. Empuña el hueso y golpea con él mientras -pionero del diseño- imagina las inmensas posibilidades del objeto. Eufórico, lo lanza al aire. En la famosa escena introductoria de 2001, una odisea del espacio, Stanley Kubrick hizo que la costilla se convirtiera en una lanzadera espacial. Los paleontólogos, sin embargo, están hoy más bien empeñados en encontrar el lugar en donde cayó.La búsqueda en los yacimientos africanos de la primera herramienta -más bien una piedra que un hueso-, es decir de los primeros artefactos utilizados por los homínidos, se ha convertido en una empresa apasionante. Los científicos estiman que puede ofrecer tanta información sobre nuestros orígenes como los propios fósiles de los seres que la utilizaron.
Una expedición española, dirigida por especialistas que trabajan en Atapuerca y que han perfeccionado un sistema de análisis del registro lítico -de nada sirve encontrar la herramienta de un homínido si luego no la reconoces (lo hacen en base a su morfología, adaptabilidad ergonómica y otros parámetros)-, excavará el año próximo en Etiopía para tratar de hallar, por primera vez de manera sistemática, los artefactos del primer horizonte de la humanidad. En síntesis: buscar las herramientas más viejas de los más viejos homínidos. Los orígenes de la tecnología. Algo que ya, intuyó Kubrick al convertir el hueso en cohete.
"La tecnología es lo que nos ha hecho lo que somos., no sólo la evolución biológica; si nos quitaran la tecnología sufriríamos una involución como especie", señala para dar la. medida de la importancia de la empresa, Eudald Carbonell, prehistoriador de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, miembro del equipo de Atapuerca e impulsor del proyecto de investigación en Etiopía. "Las herramientas de los homínidos nos darán información sobre la visión técnica del mundo que tenían", dice. "Veremos en ellas qué fue lo que les hizo triunfar en la carrera de la evolución frente a especies primates afines".
Carbonell dice huir del "fetichismo" de los fósiles de homínidos: "Nos interesan más sus artefactos, y creo que esa perspectiva está en ascenso en la paleontología. Por otro lado, estamos seguros de que también hallaremos fósiles, siempre lo hacemos, parece que los atraernos".
Carbonell evoca los amplios paisajes del Rift etíope, de los que acaba de regresar tras un viaje de prospección, desde su pequeño despacho en la Rovira i Virgili. Detrás de él, sendos posters de Lenin y el Ché ponen una nota de prehistoria en el ambiente; pero lo que en realidad le sitúa a uno en la cuna de la humanidad es un pedrusco de basalto que descansa sobre la mesa, contundente y enigmático como el monolito de 2.001. "De Koobi Fora [Kenial, una herramienta de dos millones de años". Dos millones de años..., es difícil no mirar con respeto hasta el indescriptible salacot de Carbonell que, con aspecto de reliquia de la guerra anglobóer, descansa sobre un archivador.
"En África, tenemos los primeros objetos de uso con manufactura humana entre 2,5 millones y 1.600.000 años", dice el prehistoriador. "Para explicar el proceso de cómo surgió la tecnología hay que ir a África".
La hipótesis es que si hay industrias de 2,5 millones (las más antiguas conocidas, en Loka Lelei -Kenia- y Hadar, Kadagona y Omo -Etiopía-), debe existir un estadio pretécnico, entre 2,5 y 3 millones en que se hicieron posibles los conocimientos posteriores. Explicar ese estadio y dilucidar cómo reconocer en el campo sus testimonios es un reto del equipo español.
Algunos paleontólogos ya han avanzado la idea de que el género homo no es el único que fabricó industrias, que los australopitecos quizá también fabricaron instrumentos de piedra. "No hay pruebas. Actualmente sólo podemos asegurar industrias de homo. No sabemos si existen otras. Ojalá las halláramos.
En esas herramientas veríamos porqué algunos homínidos no evolucionaron, qué les faltaba. La herramienta es un retrato del cerebro que la concibió".
Carbonell le da vueltas al pedrusco de dos millones de años y parece sopesar la idea de lanzarlo al aire, a ver qué pasa.
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