Antonio Saura expone noticias convertidas en un diario pictórico
La faceta íntima de 40 años de trabajo ocupa el Auditorio de Galicia
Las lesiones físicas también dejan su huella en las obras de los artistas. Antonio Saura sufrió en 1994 una rotura de cadera y de su larga postración nos ha quedado un diario pictórico de aquel año. Cada día, inspirado generalmente por alguna noticia o cualquier fotografía que le salía al paso en el periódico, Saura componía su página cotidiana, una suerte de disciplina que se autoimpuso para no abandonar la actividad artística pese a la limitación de movimientos que padecía. El pintor ha realizado también el cartel del torneo de tenis Roland-Garros de este año.
Por vez primera se expone al público un amplio fragmento de ese diario, el correspondiente al mes de mayo, incluido en una muestra más amplia, que abarca los últimos 40 años de su obra, inaugurada ayer en el Auditorio de Galicia, en Santiago de Compostela.La comisaria de la exposición, Elvira Maluquer, advierte que no ha querido hacer ni una antológica ni una retrospectiva al uso, sino un simple recorrido histórico por la trayectoria del pintor desde sus primeras obras en blanco y negro, que datan de 1956. "Mi intención es mostrar una faceta de Saura más desconocida, una faceta íntima, de busca, de experimentación", subraya Maluquer. La muestra recoge 70 obras, la mayoría pinturas sobre lienzo, junto a algunos dibujos en papel y 20 composiciones en soporte de madera, realizadas sobre paleta de pintor.
Cielo abierto
Su título es Imaxina, que pretende hacer referencia al incesante regreso de Saura a determinados temas. "Saura imagina de nuevo los temas que le obsesionan", explica la comisaria. "Son temas que reinventa y reelabora mediante la alternancia de técnicas diferentes. Lo que le interesa y motiva es su desarrollo, que le permite seguir, insistir, sin cerrar el ciclo, dejándolo siempre abierto, en un compás de espera, como el fluir del río". Algunos de estos temas son las multitudes, las crucifixiones, los perros de Goya y, sobre todo, las damas."Es una de las exposiciones que se han hecho sobre mi obra que más satisfecho me ha dejado", aseguró Saura y lo justifica por el diálogo que se ha entablado entre sus obras y el espacio. La sala del Auditorio de Galicia tiene gruesos tubos de ventilación que le dan cierto aire de planta industrial. "Es un espacio que se hace muy presente y que en apariencia no es el más propicio para una exposición como ésta. Pero suponía un desafío".
Babelia
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