¿Comenzó la II Guerra Mundial en España?

En la tarde del 31 de diciembre de 1996, escuchando la estación de radio Información Francesa, en París, donde resido, oigo algo que me sorprendió. La información es la siguiente: "El Consejo Constitucional francés ha rechazado el recurso formulado por 61 diputados de la mayoría parlamentaria contra l'amendement Malraux, acordando el estatuto de antiguos combatientes de la II Guerra Mundial a los franceses que combatieron en las Brigadas Internacionales durante la guerra de España. Y 30 franceses han sido beneficiados por esta decisión del Tribunal Constitucional francés". Y el comentarista de la radio terminó diciendo "que dicha decisión situaba el comienzo de la guerra mundial en España", es decir, en nuestra guerra de 1936-1939. Y más tarde, en el periódico Le Figaro del 2 de enero de 1997, el presidente de la asociación Les Amis des Combattants de l'Espagne Républicaine (ACER), señor François Asesi, diputado-alcalde de Tremblay (Seine-Saint Denis), expresa su alegría porque "ese reconocimiento del combate heroico de franceses y francesas comprometidos antes de la hora en la lucha antifascista sea reconocido por la nación".De nuevo nuestra guerra suscita interés en Francia y en España. En este país, el homenaje rendido a André Malraux, que estuvo con nosotros en la guerra, con motivo del traslado de sus restos al Panteón de Hombres Ilustres en el mes de noviembre, surgieron en radio y televisión comentarios e ilustraciones de esos años terribles para el pueblo español. Y en España, en ese mismo mes, el conceder la ciudadanía española a los miembros de las Brigadas Internacionales, nuestros hermanos de lucha y sacrificio en nuestra guerra, cumpliendo la promesa que hizo el presidente Juan Negrín en el desfile-despedida en 1938 en Barcelona a las Brigadas Internacionales. Yo estuve, llevando el banderín de la RGA (Reserva General de la Artillería), y recuerdo con una cierta emoción el discurso del presidente Negrín de despedida a esos hombres que, desde cerca de cuarenta países diferentes, vinieron a luchar con nosotros para defender a la joven República Española contra el ataque brutal del fascismo europeo con el franquismo de nuestro país. Y lamento mucho que esta decisión no haya sido tomada unos años antes, en condiciones más idóneas.

Estuve siempre contra la denominación de guerra civil de la tragedia de los años 1936, 1937, 1938 y 1939. En 1946, en una reunión celebrada en la sala Des Sociétés Savantes del Barrio Latino de París, y que presidió el político gallego señor Portela Valladares, fui con el general Riquelme y expuse claramente mi opinión sobre el particular, declarando que lo de guerra civil no correspondía a las características de nuestra lucha contra el fascismo internacional.

Y es natural que nos preguntemos: ¿puede aún hablarse de guerra civil después de la decisión del Tribunal Constitucional francés y esta nueva actualización empezada en noviembre de 1996, y que Francia le da hoy unas características tan diferentes de las aceptadas y extendidas desde 1936?.-