38 escritores presentan sus cuentos sobre el mundo del cine
Una doble, presentación -sesiones de mañana y tarde en la nueva librería Crisol de la calle Galileo, de Madrid- sirvió ayer como definitivo pistoletazo de salida para el volumen Cuentos de cine. La edición ideada y coordinada por José Luis Borau para Alfaguara como homenaje al centenario del cine está ya en las tiendas. Cuesta 2.950 pesetas y viene cargada con 662 páginas y 38 relatos cinéfilos -la mayoría inéditos- a cargo de una ilustre nómina de literatos españoles y latinoamericanos, entre ellos Josefina Aldecoa, Bernardo Atxaga, Francisco Ayala, Rafael Azcona, Alfredo Bryce Echenique, Guillermo Cabrera Infante, Fernando Fernán Gómez, Angel Fernández Santos, Javier Marías, Juan Marsé, Carmen Martín Gaite, Juanjo Millás, Vicente Molina Foix, Soledad Puértolas, Rosa Regás, Manuel Rivas, Gonzalo Suárez, Maruja Torres o Manuel Vicent.Por la mañana, José Luis Borau definió Cuentos de cine como "una obra irremediable", no sólo por ser continuación editorial de la agrupación de los Cuentos de fútbol "sino por la irremediable confluencia entre cine y literatura". España, recordó Borau, fue pionera en esa unión, a la que contribuyeron "escritores como Miguel Mihura, Jardiel Poncela, Azorín, Edgard Neville o Paco Ayala". El cine abrió una nueva vía de información y lenguaje para los escritores, dijo el cineasta. "Hoy, la gente que va al cine no sueña en imágenes, sino en planos".
Después tomaron la palabra los doce autores presentes. Josefina Aldecoa destacó la influencia del cine en su literatura y la de los demás. Enriqueta Antolín habló del Mago de Oz como iniciación e inspiración. Y entonces llegó lo que el editor Juan Cruz calificó como "la primera alocución pública" del guionista Rafael Azcona -El cochecito, Belle epôque y setenta y tantos más-, que glosó su cinefobia: "Mi primera película, que me llevó a ver mi madre católica, fue El signo de la cruz. Terrible. Luego, Hora ponciana, sobre un torero con bigote. Un horror. Dejé de ir. Pero un día perseguí a una chica que iba a ver Recuerda. Salí destrozado. En realidad, me espantaba el cine porque no se parecía nada a mi vida reprimida de joven en Logroño: allí estaban especializados en romper las parejas en cuanto se formaban. Si me dediqué a esto es porque no quería trabajar en una oficina y no sabía tirarme por un trampolín".
El 'plagio' de Fernán Gómez
Martín Casariego, Agustín Cerezales, Emma Cohen y el cubano Jesús Díaz dieron paso a Fernando Fernán Gómez, que habló sobre el encargo como moda editorial y reivindicó "los plagios que hizo Borges de la Historia de la piratería" y su propia inclinación a la copia: "Cogí una biografía de Ingrid Bergman, otra de Rosellini, y claro, me salió un reportaje en vez de un cuento. Por eso, al final, puse: "Esto no es un reportaje, es un cuento". Cerraron el acto José Ramón Martín Largo, Juanjo Millás, Juana Salabert y Clara Sánchez.
Babelia
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