Aznar niega que su política hacia La Habana esté dictada por Washington o deba favores al exilio
José María Aznar negó ayer en Roma que su política respecto a Cuba esté dictada por EE UU o responda a la devolución de un favor al exilio cubano por la ayuda financiera que éste le habría prestado en su última campaña electoral. "Yo explico la política española y no respondo a cuestiones de propaganda", replicó Aznar al periodista de una radio de La Habana que le planteó la pregunta en una rueda de prensa celebrada en la cancillería española de Roma. El presidente del Gobierno español, que viajó a Roma para intervenir en la cumbre de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), explicó la posición diplomática española hacia Cuba.
Aznar pasó de la sonrisa, incluso de la broma, a la seriedad ante el aluvión de preguntas sobre el asunto cubano, y reiteró que la posición de su Gobierno no es distinta en ningún sentido a la que ha mantenido la Unión Europea (UE) respecto a Fidel Castro. El presidente del Gobierno español pidió respeto por los hechos, y pasó a enumerar lo que para él son datos indiscutibles de su política respecto a Cuba: "La posición del Gobierno español desde que soy presidente ha sido la siguiente:Primero: oposición a la ley Helms-Burton, que logra el consenso de la UE, por iniciativa de España, contraria a esa ley.
Segundo: la UE intentó, antes de ser yo presidente del Gobierno, un acuerdo de cooperación con Cuba, para lo cual pidió al Gobierno cubano que modificase entre otras cosas su Código Penal y que liberase a prisioneros políticos, cosa que no consiguió. Dado ese fracaso, la UE no mantiene cooperación con Cuba. Ésa es la realidad con la que me encuentro", señaló Aznar.
El presidente del Gobierno pasó a precisar sus iniciativas en la Cumbre Iberoamericana y en Europa. "La posición del Gobierno español es decirle al Gobierno cubano que si avanza en el proceso de reformas políticas y económicas nosotros avanzaremos en nuestra cooperación con Cuba, tanto en el ámbito español como en el ámbito de la UE. Y eso es exactamente lo que vengo diciendo desde hace seis meses, lo que dije en Santiago de Chile y la iniciativa que hemos tomado en la UE. Ésa es exactamente la política del Gobierno español, y todo lo demás entra dentro del ámbito, del terreno, de la propaganda".
Aznar agregó que entendía que hubiera gente que no pueda comprender que en los países libres se funcione de una determinada manera, y que los países libres no son la excepción. "La libertad de pensar, de reunirse, de manifestarse, de crear una fundación a la que uno pueda entrar a sus actos sin que le den patadas costará trabajo entenderla a algunos, pero es algo sencillo para la mayoría, tan sencillo como es la política del Gobierno español respecto a Cuba".
Y remachó: "Me gustaría que se produjesen movimientos significativos en el ámbito de la política cubana para poner en marcha esa cooperación, y por eso hemos tomado esa iniciativa a nivel de política exterior española y a nivel de Europa. Lo demás es demagogia, propaganda y panfletos".
Ante las preguntas de los periodistas cubanos, Aznar optó en un momento por el sarcasmo, sobre todo al ser acusado de haber cobrado de los fondos de la Fundación Nacional Cubano-Americana que lidera el empresario exiliado Jorge Mas Canosa. "Y además porque me han ofrecido el puesto de secretario de Estado de Defensa de Estados Unidos en el próximo Gobierno que va a formar Bill Clinton", respondió de entrada Aznar, para corregirse a continuación y, en tono conciliador, responder en detalle al estado de las relaciones hispano-cubanas.
El presidente del Gobierno se vio obligado también a responder a la aparente contradicción de exigir unos determinados patrones democráticos a Cuba cuando los ignora con otros países. Aznar replicó que a él "no hace falta que nadie le recuerde esas cosas". Y añadió: "Cada caso y cada cosa pueden tener su tratamiento específico y no conviene mezclar las cosas, porque mezclándolo se hace. un flaco favor a aquellos principios y a aquellas acciones concretas que uno tiene interés en defender".
En el mismo sentido se pronunció ayer en Montevideo el ministro de Exteriores español, Abel Matutes, que criticó la reacción de algunos políticos a las iniciativas sobre Cuba del Gobierno. "Muchas veces, antes de pronunciarse sobre los temas, sería bueno que uno leyera aquello de lo que quiere hablar, y eso no siempre pasa, y especialmente entre algunos políticos de España, que, antes de analizar, embisten", dijo Matutes, informa Juan Jesús Aznárez.
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