"Colaboramos con los facultativos como cualquier laboratorio"

Lo que el Ministerio del Interior llama "sobornar" a los médicos, en Kendall Institute, un pequeño laboratorio barcelonés nacido hace sólo cinco años, lo llaman la "colaboración habitual de un laboratorio con los médicos". "No tenemos nada que ocultar", decía ayer a EL PAÍS un asesor jurídico de la empresa. "Nuestros vendedores intentan que se vendan nuestros productos; lo que es legítimo. Y cuando los médicos piden ayuda para asistir a un congreso se la damos. Eso hacen todos los laboratorios. También pagamos a algunos médicos los ensayos clínicos. Eso también es lo normal".Kendall Institute tiene aún una facturación modesta, según información propia, sobre todo en comparación con el resto de las grandes firmas de la potente industria farmacéutica. Según el último vademecun internacional, tiene en el mercado media docena de medicamentos; todos ellos para tratar la hipertensión o los problemas gástricos, fármacos. habitualmente muy recetados.

Este caso, según Kendall, pone en entredicho su corta trayectoria por culpa de un ex empleado, que es el que se habría lucrado con la estafa de la recetas falsas. El proceso consistía en lograr recetas de los fármacos del mismo laboratorio, adquirirlos en las farmacias y devolverlos casi siempre al mismo laboratorio. El proceso, según el laboratorio, no habría sido detectado en la sede central de Barcelona.

Por si acaso, el Colegio de Médicos de Madrid se apresuró ayer a difundir una nota en la que califica los hechos de un "acontecimiento aislado". En la misma nota aseguraba que investigará a los 20 facultativos madrileños implicados.

En Cataluña, una de las comunidades donde más facultativos implicados: hay en el caso, Carlos Constante, del Servicio Catalán de Salud, dijo ayer que la Generalitat se ha personado como parte en el proceso judicial, informa Milagros Pérez Oliva. "Tras la investigación", dijo, "estudiaremos si abrimos expedientes disciplinarios".

El Ministerio de Sanidad tiene bajo su lupa a 722 médicos en toda España que prescriben más de 2.500 recetas al mes. Según Ángel Guirao, esta trama ahora descubierta no tiene que ver con esa investigación.