Los editores españoles, satisfechos con las operaciones de Francfort
Más interés y calidad literaria que en anteriores ediciones de la feria
ENVIADA ESPECIALNadie corrió por los pasillos de la Feria del Libro de Francfort, que se cerró ayer, ni nadie se jugó el todo por el todo, pero los editores coinciden en que ha sido una de las ediciones más interesantes de los últimos años. Una de las características a destacar es que ha habido una apuesta unánime por primeras y segundas novelas de autores desconocidos, de entre 20 y 50 años. No se trata de una operación de riesgo: los españoles, franceses, italianos y alemanes, aunque éstos en menor medida, han actuado casi al unísono, y la verdad es que los libros que han comprado prometen interés.
Mondadori, por ejemplo, llegó a la feria con la vista puesta en Junot Díaz, un hispano de 25 o 26 años que publica en inglés en Estados Unidos y que está dando mucho que hablar. La novela, que se titula Los boys (ya en el título muestra una estupenda mezcla de inglés y español), aparecerá a finales de este año siguiendo el ejemplo de otras editoriales europeas. Narra cómo se pueden mezclar, fundir y sobrevivir al mismo tiempo dos culturas: la de Santo Domingo y la norteamericana de Nueva York.Todos han mostrado cierta querencia por los nuevos irlandeses y Roddy Doyle, una de las estrellas del pabellón de Irlanda, ha apadrinado una novela de las que apetece leer, The butcher boy, del también irlandés Patrick McCabe. Dice de ella que es "brillante y única". Es bastante salvaje: en un pueblecito de Irlanda un crío se inicia en el arte de las gamberradas, prosigue con todo tipo de tropelías hasta convertirse en un asesino adolescente. La publicará Edhasa. Por cierto, Alfaguara se ha quedado la nueva novela de Doyle. Y, como los padrinos están de moda, esta editorial ha hecho caso de los apasionados consejos de José Saramago y de Manuel Rivas y ha contratado Terra sonambula, primera novela del mozambiqueño Mia Couto que ya obtuvo buenas críticas con sus anteriores libros de relatos. Es una novela sobrecogedora sobre uno de los países más pobres del mundo, castigado por 30 años de guerra. Escrita en portugués, dicen sus agentes que utiliza un lenguaje muy fresco y libre y que tiene el acierto de incorporar elementos de la tradición oral.
Aunque no se trata de primera novela ni de joven autor, Alfaguara se ha hecho finalmente con los derechos de Hitler's willing executioners, que le recomendó Antonio Muñoz Molina. Se trata de un libro muy duro, escrito por un judío norteamericano de origen alemán, que quiere demostrar que Hitler no fue el único culpable de lo que sucedió en Alemania sino que actuó con el beneplácito de la mayoría de los alemanes. Ha provocado una enorme polémica y se halla entre los más vendidos de no ficción.
Anagrama ha "descubierto" a dos o tres italianos que parecen muy prometedores, como el jovencísimo Enrico Brizzi, del que editará Jack Bruscianti ha dejado el grupo, opera prima que escribió antes de cumplir los 20 años. Es una novela de última generación, que dice cosas y que las dice bien. Y en el extremo opuesto, otra primera novela, pero en este caso de una escritora que está en la cincuentena, Nadia Fussini, conocida y apreciada en Italia como crítica y editora. Se titulará en castellano Nada me gustaba más que la boca y cuenta la historia dramática de la pasión de una hija por su padre, de cómo muere éste, de cómo enferma ella de anorexia...
Algunas de las declaraciones de Mario Vargas Llosa en Francfort han provocado una lluvia de críticas en Perú, según informa la agencia Efe. El escritor nacionalizado español dijo, entre otras cosas, que Perú tiene un Gobierno siniestro y que en este país se violan más los derechos que en Cuba. Políticos del Gobierno y de la oposición han coincidido en criticar a Vargas Llosa.
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