Pujol insta a PP y PSOE a "no hurgar" más en los GAL para evitar la crispación del pasado

El principal aliado del Gobierno, Jordi Pujol, lanzó ayer un cornetazo de aviso. Al presidente de la Generalitat de Cataluña y líder de CiU no le gusta nada la nueva guerra dialéctica de los últimos días en torno a los GAL. Desde Bruselas, Pujol instó ayer al PP al PSOE a "no hurgar en las heridas" del pasado para no enturbiar el clima político y se quejó de la escalada de acusaciones entre los dos grandes partidos. En cambio, Pujol alabó el proyecto de Presupuestos Generales del Estado y pidió a los empresarios que se sumen al pacto Gobierno-sindicatos para garantizar las Pensiones.

Lo que molesta a Pujol, según explicó, es el riesgo de que la política española vuelva a los senderos de crispación por los que ha transitado en los últimos años. Antes de este llamamiento, el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Rodríguez, había dado otra vuelta de tuerca. Rodríguez aseguró que todo el Gobierno comparte las acusaciones del vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos, según el cual el ex presidente del Ejecutivo, Felipe González, es el responsable de las actividades terroristas de los GAL, un "terrorismo de bodeguilla".Entrevistado en la Cope, el secretario de Estado afirmó que las palabras del vicepresidente "están llenas de sensatez" y se preguntó "cómo no va a compartir el Gobierno las declaraciones del vicepresidente".

En contraste, el portavoz del grupo parlamentario socialista, Joaquín Almunia, reconocía en Barcelona, en TV3, que Felipe González "no estuvo muy acertado" cuando la semana pasada habló de los asesinatos de los GAL como "incidentes". Tras esta reflexión, Almunia resaltó que las acusaciones de Cascos contra el líder del PSOE "no fueron improvisadas", y acusó al PP de "romper su compromiso de pasar página en temas como el GAL cada vez que desde el PSOE se critica al Gobierno".

Pujol, que participó en Bruselas en una reunión conjunta del Parlamento Europeo y el Comité de las Regiones de la UE, declaró que personalmente "lamentaría" un retorno al clima de crispación política entre socialistas y populares. "Deseamos que no vuelva el clima que ha habido en los últimos años en la política española", dijo el presidente catalán.

Para evitarlo, aconsejó sosiego a "los partidos y las personas" que se enfrentaron con aspereza en aquella etapa, anterior a las últimas elecciones generales. "Deberían refrenarse", agregó. En todo caso, el líder de CiU aseguró que la coalición y la Generalitat mantendrán una actitud "pacificadora" y evitarán entrar en este tipo de polémicas. "Si el PP y el PSOE quieren seguir hurgando en estas heridas, que lo hagan. Nosotros no lo haremos y pedimos que ellos tampoco", dijo.

Además de Miguel Angel Rodríguez, otros destacados representantes del PP y del PSOE prolongaron ayer la polémica iniciada el domingo por Alvarez Cascos. Gabriel Cisneros, portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso, sostuvo que millones de españoles tienen la misma convicción política y moral que el vicepresidente primero sobre la responsabilidad política de González por los GAL. Cisneros, en declaraciones a Europa Press, subrayó que Cascos hizo un juicio político en un mitin político para responder a González, que había calificado de "incidentes" los 28 asesinatos del GAL, y calificó de "desmesura" la reacción del PSOE e IU. A su vez, el secretario de Relaciones Exteriores del PP y diputado, José María Robles Fraga, aseguró en Córdoba que "los que saben de perros de presa son los socialistas", en respuesta al calificativo de "doberman" que desde el PSOE se ha aplicado a Alvarez Cascos.

Desde el campo socialista, la reflexión la puso Joaquín Almunia -"González no estuvo muy acertado, aunque no hay que olvidar los 900 muertos obra de ETA"-, y de la aportación a la polémica se encargó el ex ministro de Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba. El antiguo portavoz del Gobierno calificó a Alvarez Cascos de "extremista" y dijo que todos los partidos tienen sus extremistas, "pero no pueden ser vicepresidentes del Gobierno; lo considero intolerable, es una barbaridad".

Pérez Rubalcaba arremetió también contra José María Aznar. Consideró al presidente del Gobierno "inepto" por su desliz al revelar al Financial Times el contenido de la conversación con su homólogo Romano Prodi en la cumbre hispano-italiana y agregó: "Si el PP sigue cometiendo errores, continúa equivocándose y Aznar sigue dando esta talla de estadista, me temo que el PSOE recuperará rápidamente el Gobierno".

Pacto de pensiones

Desde Bruselas, Jordí Pujol, además de reclamar el fin de la polémica sobre los GAL, defendió con ardor tanto el proyecto de Presupuestos Generales del Estado presentado por el Gobierno como el pacto para garantizar el poder adquisitivo de las pensiones suscrito entre los sindicatos y el Gobierno, al tiempo que había un llamamiento a las organizaciones empresariales para sumarse a este último. Defendió el presupuesto porque es "austero y equilibrado", "favorecerá el despegue económico" y "no entra a saco en el recorte del gasto social".A los empresarios les hizo un llamamiento a sumarse al pacto sobre pensiones, que calificó de "positivo para todo el país y también para la patronal". Pujol subrayó que el acuerdo sobre las pensiones y el presupuesto pactado por PP y CiU tendrán "compensaciones muy importantes" para los empresarios.

Pujol reiteró su intención de mantener "en las próximas semanas" una entrevista "a fondo" con Aznar para hablar del nuevo curso político y de asuntos generales. El presidente catalán advirtió, no obstante, que no tiene ninguna prisa en celebrar tal reunión y que prefiere esperar a que los presupuestos estén definitivamente "resueltos".