_
_
_
_
53ª MOSTRA DE VENECIA

'Michael Collins', de Neil Jordan, León de Oro

Victoire Thivisol, una prodigiosa niña de 5 años, gana el premio a la mejor actriz

La película Michael Collins, del director irlandés Neil Jordan, obtuvo ayer el León de Oro de la 53 edición de la Mostra de Venecia. Fue un premio tan justo como el otorgado a la niña prodigio francesa Victoire Thivisol, de cinco años, que logró la Copa Volpi a la mejor actriz por su milagroso trabajo en Ponette, un filme de Jacques Doillon que recibió la mención de la crítica internacional. El galardón al mejor actor fue para Llam Neeson, protagonista de Michael Collins, y el Gran Premio Especial del Jurado, para el georgiano Otar Iosseliani, autor de Brigands.

Más información
Estrategia de reparto italo-francés

El reparto de premios de la 53 Mostra de Venecia no olvidó al realizador mexicano Arturo Ripstein, autor de Profundo Carmesí, que recibió tres osellas de oro: al mejor guión, a la meJor escenografía y a la banda sonora más destacada. La actuación del actor Chris Penn -hermano del célebre Sean Penn- en The funeral, un filme de Abel Feírara, fue reconocida con la Copa Volpi a la mejor interpretación secundaria. Y el británico Ken Loach, autor de Carla'sSong, fue distinguido con la Medalla de Oro de la presidencia del Senado.En conjunto fue un excelente y coherente reparto de premios, porque recoge los títulos verdaderamente sólidos e importantes vistos en esta Mostra, que por otra parte estuvo llena de cine vulgar e insignificante. Tal vez se pueda aducir que Brigands no es la mejor película de Otar losseliani, pero el Premio Especial del Jurado -que el cineasta georgiano recibe por tercera vez- es un justo reconocimiento a su "búsqueda brillante, irónica y amarga de la utopía", según dijo el jurado.

En cuanto a los premios concedidos a los intérpretes, todos son irreprochables. Tanto en el caso de Liam Neeson, protagonista de la convincente Michael Collins -biografía en clave realista de uno de los padres de la República irlandesa-, como desde luego en el de la inaudita Victoire Thivisol, auténtico prodigio que cuando rodó Ponette contaba con tres años y medio de edad.

El filme de Jacques Doillon, tal vez la película más redonda vista aquí, obtuvo con justicia el siempre resonante Premio de la Crítica Internacional (Fipresci).

Tal vez alguien pueda echar de menos algún título, algún nombre, pero el reparto tiene la gran virtud de carecer aparentemente de toda servidumbre, cosa muy poco frecuente en las decisiones de los jurados internacionales de estos festivales, en los que los chanchullos casi nunca faltan.

Sólo resultó criticable la propia gala de entrega, realizada a través de una larguísima, tediosa y muy vulgar sesión televisiva que fue retransmitida por Telepiú, una de las cadenas de Silvio Berlusconi, a 700 salas de cine en toda Italia.

Polanski y Auster

El jurado internacional estuvo presidido por el director polaco Roman Polanski y lo componían, además del escritor estadounidense Paul Auster, el director de Burkina Faso Suleiman Cisse, el crítico cinematográfico italiano Callisto Cosulich, la periodista italiana Miríam Mafai, el director hindú Mrinal Sen, el escritor y cineasta chileno Antonio Skármeta y la actriz norteamericana Anjelica Huston.Los acostumbrados leones de oro con que la Mostra distingue cada septiembre la totalidad de la trayectoria profesional de uno o varios cineastas, este año fueron concedidos a cuatro importantes figuras de la pantalla, un director y tres intérpretes.

El director es el estadounidense Robert Altman, postergado por Hollywood a un cine casi marginal durante la mayor parte de su larga carrera, y que en estos años del último tramo de su vida profesional se ha convertido en uno de los mantenedores del fuego sagrado de las tradiciones del cine clásico de Estados Unidos, fundido en su vasta obra con el movimiento del cine independiente off Hollywood.

Los tres leones de oro a la obra completa fueron a parar a las manos de tres rostros con aura de leyendas vivientes en la pantalla de las últimas décadas: la actriz francesa Michele Morgan, que reinó en el cine de su país en los años cuarenta y cincuenta; el inmenso Vittorio Gassman, que en Europa encarna la fusión del teatro con las derivaciones cómica y dramática de la tradición neorrealista italiana y que alcanzó la plenitud en los años sesenta; Robert de Niro, un habitual de la Mostra, que desde los años setenta es un signo esencial de la regeneración del cine norteamericano a través de la obra, a la que está estrechísimamente vinculado, de Martin Scorsese y Francis Ford Coppola; y finalmente Dustin Hoffman, que se encuentra al borde de la perfección.

En el lado opuesto a estas glorificaciones encontramos la burlona, y ciertamente un poco cruel jugarreta de la revista Film Daily, concesión (sin entrega) de leones negros a la peor película y los peores intérpretes del concurso de esta Mostra. Tales nefandos antipremios han ido a parar casi en copo a la película hispano-colombiana Ilona llega con la lluvia, basada en la novela homónima de Álvaro Mutis, que se ha llevado el León Negro a la peor película, mientras sus dos mujeres protagonistas, la española Pastora Vega y la colombiana Margarita Rosa de Francisco, cargaron con el de peores actrices.

Sin chovinismos, la chanza es injusta, porque en 15 días de Mostra ha habido otros engendros aún más insuperables. Para equilibrar este eparto de amarguras, cierra el palmarés-basura un merecidísimo León Negro al peor actor para el ilustre John Malkovich y su infumable colección de ridículas muecas en El ogro del alemán Volker SchIondrff.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_