_
_
_
_
53ª MOSTRA DE VENECIA

Paul Auster: "Prefiero la literatura, creo que las películas morirán antes que los libros"

El autor se define como "el escritor contemporáneo menos cinematográfico"

"El cine y la literatura son dos artes maravillosos que cuentan historias, pero ambos de manera completamente diferente. Admito con sinceridad que me gustan mucho más los libros. Son obras que enriquecen y ercen mayor influencia que las películas. Los filmes también tienen su mérito, pero on más aparatosos. Requieren de mucho equipo técnico, gente y dinero para poder realizarlos. De hecho creo que las películas morirán antes que los libros". Así sentenció ayer Paul Auster el futuro del celuloide mientras se desenvuelve como miembro del jurado de la Mostra de Venecia.

En el umbral de los cincuenta años, el escritor norteamericano parece más jovial que nunca. Con su desbordante simpatía y elegancia, Paul Auster (New Jersey, 1947) defiende su gran amor, la literatura, frente a la amenaza del cine, un monstruo que la utiliza para crecer. "El problema actual es que la imagen es muy dominante, pero la gente tiene problemas para inventar buenas historias. Entonces recurren desesperadamente a las novelas. Si coges un libro de 300 páginas y lo reduces a una cinta de dos horas, el resultado será frustrante. En tan poco tiempo, sólo lograrás entrar superficialmente en la esencia, en el espíritu de la misma".Desde Mister Vértigo, pasando por La trilogía de Nueva York hasta Palacio de la Luna y Leviatán, las obras de Paul Auster han seducido a un público muy fiel. En España, Anagrama publicará en las próximas semanas Dossier Paul Auster, de Gérard de Cortanze, una obra que incluye dos amplias entrevistas con el escritor -autor también de los guiones de Smoke y Blue in the

face-, así como un ensayo en el que se analizan los grandes temas que dominan su obra.

'Smoke'

Su primer contacto con el cine fue en 1994, con el guión de Smoke. "Yo no era un cineasta profesional, pero junto a Wayne Wang (el director) aprendí muchos detalles sobre la dramática del cine. Creo que Smoke rompió con las reglas habituales. No sé si esta experiencia enriqueció mi estilo como escritor, pero sí mi lado humano", afirma. "La literatura y el cine son dos cosas muy distintas. Cuando trabajo en una novela me pierdo en el magma de la inconsciencia, entro en un estado de trance.Cuando se trata de un guión, me vuelvo más reflexivo. Con una novela tú piensas en el mundo real, mientras que para un guión es necesario imaginar a los actores recitando su propio texto dentro de un universo imaginario que se asemeja al mundo real".

Auster ha demostrado mucho interés en el séptimo arte en todos sus libros: "Odio a los novelistas modernos que parecen escribir novelas con forma de libros. Yo diría que soy el menos cinematográfico de los escritores contemporáneos. Con Smoke me convertí en un visualizador de la narración". Más adelante, Auster subraya el papel fundamental del barrio en que vive, Brooklyn: "Me gusta el lugar donde resido porque hay todo tipo de razas que conviven sin ningún problema. Lo cierto es que contemplándolos se puede llegar a una especie de iluminación del corazón humano".

El escritor afirma que la introducción de los efectos especiales y la realidad virtual en el cine son un arma de doble filo: "Esta nueva tecnología está aniquilando la literatura y la poética del séptimo arte. Claro, depende de quién haga uso de ellos. Son pocos los genios capaces de recurrir a su empleo para contar historias y llegar al público. No recuerdo haber visto ningún filme que utilice estos recursos y me transmita algo. En ese caso, una película se convierte en una diversión de dos horas que olvidas enseguida. Un pasatiempo inútil que destruye la finalidad del mundo cinematográfico", señala. "Y es que el cine de Hollywood actual no me atrae para nada. Los filmes independientes son mucho más apasionantes. Lo que detesto del cine comercial es su cinismo. Yo me he esforzado por no serlo en mi creación".

Uno de los libros de Paul Auster, La música azar, ha sido ya adaptado al cine. Su formación cinematográfica se cimenta en los años sesenta, cuando acudía al cine en Manhatan para ver películas europeas. "El filme Henning Carlsen sobre Knut Hamsen Hunger, era uno de mis favoritos, porque utilizaba un estilo que permitía que la historia fuera explicada desde el interior de la cabeza del narrador. Eso es muy difícil de lograr en una película. Puedes recurrir a tomas de punto de vista, pero eso se convierte en algo mecánico. Me gusta la biografía de Pascal que hizo Roberto Rossellini. De algún modo explicó cómo un hombre pensó en la existencia de Dios. Y fue maravilloso. Supongo que los dos me atraen porque muestran en película lo difícil que es explicar el interior de la mente de un escritor".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_