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OPERACIÓN GOLPE EN EL DESIERTO

EE UU bombardea Irak para castigar a Sadam

Clinton muestra al líder iraquí el "precio por los últimos actos de brutalidad" con los kurdos

Antonio Caño

Estados Unidos bombardeó ayer con 27 misiles el sur de Irak como medida de represalia contra Sadam. Husein por los ataques del pasado fin de semana contra poblaciones kurdas. El presidente Bill Clinton explicó que esta acción militar, para la que no buscó el respaldo de sus-aliados, tiene el propósito de hacerle pagar al presidente iraquí "un precio por los últimos actos de brutalidad", así como para "reducir su capacidad de amenazar a sus vecinos y a los intereses norteamericanos". La reanudación de hostilidades en el Golfo ha tenido inmediato eco en la campaña electoral norteamericana, en la que el candidato republicano, Bob Dole, ha apoyado a las tropas estadounidenses sin respaldar explícitamente la decisión de Clinton.

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La operación Golpe en el Desierto, lanzada sobre las siete y cuarto de la mañana (hora de Irak, una más que España), fue limitada a unos cuantos objetivos militares y de comunicaciones de fácil acceso para los cohetes norteamericanos, se y produjo en el extremo opuesto de Irak al que el régimen de Bagdad había enviado sus tropas el pasado fin de semanaEl Ejército norteamericano, según portavoces en Washington, disparó 27 misiles de crucero contra diversas instalaciones de misiles y radar iraquíes. Catorce de ellos fueron cohetes Tomahawks lanzados desde unidades de la flota estadounidense desplegada en el Golfo, y, los otros 13 fueron misiles aire-tierra del tipo AGM-86C arrojados por bombarderos B-52 que tenían su base en la isla de Guam, en el Pacífico.

"El ataque resultó efectivo", según el vicejefe del Estado Mayor de las Fuerzas Aéreas norteamericanas, general Joseph Ralston, quien no ofreció otros, detalles sobre los daños materiales causados o sobre el número de bajas. Fuentes iraquíes indicaron, por su parte, que en el bombardeo murieron cinco personas y otras 19 resultaron heridas, algunas de ellas civiles.

Funcionarios norteamericanos advirtieron que acciones similares pueden repetirse, en el futuro si Irak no completa su retirada de los territorios kurdos, próximos a la frontera con Turquía, que ocupó recientemente. Pero la Casa Blanca destacó que esta nueva operación militar en el Golfo tiene un carácter limitado y no debería dar lugar a una escalada bélica en la región. [El portavoz de la Casa Blanca, Mike McCurry, dijo esta madrugada que los servicios secretos militares habían detectado nuevos "movimientos de unidades iraquíes al norte del país", informa Reuter.

Sin mayor implicación

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El presidente Clinton aseguró que el ataque era una advertencia a Sadam Husein y no el inicio de una mayor implicación militar de Estados Unidos contra Irak. "Tenemos que dejar claro que los actos temerarios tendrán consecuencias o de lo contrario ese tipo de actos aumentarán en el futuro", declaró el presidente norteamericano en un discurso en televisión desde el Despacho Oval.Washington afirma disponer de información que asegura que Irak ha enviado entre 30.000 y 40.000 soldados de su Guardia Republicana, un cuerpo de élite del Ejército de ese país, para ayudar a una facción kurda leal a Bagdad en su guerra contra otro grupo kurdo independentista.

El secretario de Defensa, William Pérry, manifestó, sin embargo, que el ataque contra Irak no es sólo una respuesta a la represión desatada contra los kurdos, sino una iniciativa para reducir la amenaza que Sadam constituye para Kuwait, Arabia, Saudí y otros aliados de EE UU. " El asunto no es simplemente el ataque contra los kurdos", dijo Perry, "sino el peligro claro y actual que Sadam Husein representa para sus vecinos, para la seguridad y la es tabilidad de la región y para el flujo de petróleo en el mundo Los precios del crudo subieron ayer drásticamente como consecuencia del nuevo momento de tensión que se vive en el Golfo. La Bolsa de Nueva York comenzó su actividad marcadamente a la baja. "Nuestra preocupación", dijo el jefe del Pentágono, "es que si Sadam se envalentona por lo que cree un éxito en el norte, podríamos intentar actuar en áreas que son de mucha mayor. importancia estratégica para él, así como en el sur". Para hacer frente a ese riesgo, Bill Clinton anunció la extensión, de la zona de exclusión aérea en el sur de Irak "hasta los mismos barrios de Bagdad". Esa zona de exclusión, que estaba. establecida al sur del Paralelo 32, ha sido ampliada hasta el Paralelo 33, a sólo unas decenas de kilómetros de la, capital.

Otra zona de exclusión está establecida desde 1991 al norte del Paralelo 36 para impedir que Irak pueda atacar a los kurdos desde el aire. Aviones occidentales impiden desde el final de la guerra del Golfo que la aviación iraquí penetre en esas dos áreas. La extensión de la zona de exclusión aérea "restringe considerablemente la capacidad de Irak de dirigir acciones ofensivas", afirmó Clinton.

El establecimiento de zonas de exclusión aérea está legitimado a ojos de Washington por anteriores resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Pero algunos aliados de EE UU han puesto objeciones a la última acción militar norteamericana porque consideran que el mandato de protección de la ONU se limita a las acciones que Irak conduzca desde el aire, no desde tierra. Washington, por su parte, entiende que el espíritu de las resoluciones de la ONU es el de proteger a los kurdos en todos los terrenos.

William Perry advirtió que EE UU "se reserva el derecho de conducir futuras acciones militares contra lrak" si sus intereses o los de sus aliados en la región estuvieran de nuevo amenazados. Pero el secretario de Defensa no ofreció indica ciones sobre nuevos movimientos militares que hagan previsible acciones bélicas de mayor envergadura que la ocurrida. Los misiles Tomahawk utilizados ayer, cada uno de los cuales cuesta 120.000 dólares (15 millones de pesetas), son capaces de alcanzar con precisión blancos situados a unos 1.000 kilómetros de distancia. Su uso garantiza una considerable destrucción de los objetivos iraquíes sin poner en peligro a las tropas norteamericanas. Es la tercera vez desde el final de la guerra del Golfo que Estados Unidos emplea este arma en acciones de represalias por distintos incidentes militares.

"Arma muy efectiva"

"Hemos utilizado un arma", explicó Perry, "que puede ser muy, muy efectiva contra objetivos estáticos, como radares de defensa aérea, baterías de misiles antiaéreos y otras instalaciones militares. Son muy caros, pero no hay otra opción cuando se trata de actuar sin riesgo para nuestros pilotos". Fuentes oficiales norteamericanas aseguraron que en ningún momento se ha considerado la posibilidad de emplear fuerzas de tierra en operaciones dentro del territorio de Irak.EE UU tiene actualmente alrededor de 15.000 hombres a bordó de su flota en el Golfo, que, está compuesta por 33 barcos desplegados en aguas del estrecho de Ormuz o en sus proximidades. La maquinaria bélica norteamericana en la zona está integrada también por 75 aviones sobre portaaviones y 130 más en tierra. Los bombarderos B-52 que participaron en el ataque procedían de la isla de Guam, de tal forma que Washington no precisó de autorización de ninguno de los Globiernos europeos en los que existen bases estadounidenses.

Según el general Ralston, todos los misiles lanzados parecen haber hecho impacto en el blanco, aunque no ofreció detalles ni pruebas fotográficas para respaldar esa impresión. "Todavía no hemos hecho un balance completo de la batalla, pero no tenemos noticias de que ninguno de los misiles haya equivocado su blanco", dijo el segundo jefe del Estado Mayor norteamericano.

La orden de atacar Irak refuerza el papel de Clinton como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas norteamericanas cuando faltan justo dos meses para las elecciones. Su rival, el republicano Bob Dole, ha apoyado la decisión y prometido su respaldo para los soldados estadounidenses en la zona, pero sin mencionar a Clinton. El presidente, que goza ya de una ventaja de 21 puntos en la mayoría de las encuestas, podría aumentar ésa ventaja como consecuencia de la operación militar en Irak.

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