El Supremo de Chile amnistía a los presuntos asesinos de Soria

Los presuntos asesinos del español Carmelo Soria, funcionario de la ONU en el momento de su muerte, el 14 de julio de 1976, a manos de la policía política de Pinochet, no serán condenados ni irán a la cárcel. La Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia de Chile resolvió ayer aplicar la Ley 2191, de 1978, conocida como ley de amnistía, a los autores. Esta sentencia confirma una anterior del magistrado del Supremo Eleodoro Ortiz. Para la justicia chilena el caso Soria está cerrado.Carlos Meneses, secretario del alto tribunal, afirmó que éste estimó que no existen pruebas para acreditar la calidad de diplomático de Soria, y por lo tanto no es posible aplicar en su caso los tratados internacionales.

A Carmen, hija de Carmelo Soria, el fallo le deja "una sensación de asco ( ... ) Por más que tenga la razón, los poderes políticos pesan más", declaró a la agencia Efe. "Confío absolutamente en el Gobierno de José María Aznar y que ellos nos van a seguir ayudando", añadió. Carmen Soria dijo que no sólo España y la ONU tienen que mostrar una gran preocupación, "sino que también aquí tienen que tomar la palabra el presidente [chileno] Eduardo Frei". La Embajada española en Chile mostró su "profunda decepción".

La sentencia de Ortiz, ahora confirmada por el Supremo, sostenía que "no basta con ser funcionario o agente de una organización internacional para ser persona internacionalmente protegida". Este argumento legal fue calificado antes de la sentencia de "torticero" por una fuente de la ONU.

Diferencias con Letelier

El único caso de asesinato en el régimen del dictador Pinochet que ha quedado fuera de la amnistía es el de Orlando Letelier, ex ministro de Exteriores de Salvador Allende. Murió en un atentado con bomba en Washington. La presión norteamericana ha podido más que la española. A pesar de ello, la justicia española aún puede entablar un proceso contra los miembros de la llamada brigada Mulchén, responsables del asesinato de Soria, y reclamar a los presuntos asesinos a través de la Interpol. Con ello, se conseguiría, al menos, que éstos no puedan salir nunca de Chile.Uno de los presuntos asesinos de Soria, el coronel René Patricio Quilhot Palma, fue hasta hace sólo unos meses edecán (ayudante personal) de Pinochet. Otros dos, también coroneles, están en activo y ocupan altos cargos en la escala de mando del Ejército: Jaime Lepe Orellana y Pablo Belmar Labbé. Juan Delmás murió misteriosamente en 1978. El coronel Guillermo Salinas (jefe de la brigada) y el sargento José Ríos San Martín fueron los únicos procesados. La Justicia Militar paró el juicio al reclamar con éxito el caso.

Un informe de este año del relator especial de la ONU de la comisión de derechos humanos, Nigel Rodley, denunció "una serie de irregularidades ( ... ) en los procesos que habrían impedido ( ... ) el castigo de los responsables".