Los residuos clínicos hallados en las Cárcavas procedían de un ambulatorio

Un error. El Insalud reconoció ayer que los 300 kilos de residuos clínicos y documentos sanitarios abandonados en el vertedero ilegal de las Cárcavas (Véase EL PAÍS de ayer), en el barrio de Hortaleza, procedían del ambulatorio de San Lamberto, en el barrio de La Elipa, que fue cerrado en junio de 1996. Según una nota oficial, "con motivo del cierre del centro de atención primaria de San Lamberto, y el traslado de sus instalaciones al nuevo centro de salud de [la avenida del Daroca, se produjo un error en la clasificación y eliminación de residuos, por lo que se trasladaron, junto con residuos sólidos urbanos, tres contenedores de residuos biosanitarios, no utilizándose el procedimiento habitual establecido de acuerdo con la normativa vigente".La nota añade: "También se ha detectado la clasificación anómala de documentación de 15 pacientes ya fallecidos". El Insalud deplora, además, la alarma producida por estos hechos, que en ningún momento han supuesto riesgo de contaminación o contagio. Todo ello", continúa el comunicado, "ha dado lugar a la apertura del correspondiente expediente informativo para depurar las posibles responsabilidades y adoptar acciones disciplinarias".

A pesar de que el Insalud señala que el vertido "no ha supuesto riesgo de contaminación o contagio", en algunos de los bidones hallados se podía leer: "Biopeligroso. Contaminado. Destruir por incineración".

Vallado del vertedero

Por su parte el grupo municipal socialista ha pedido que el Ayuntamiento abra una investigación sobre estos hechos, lo que ya ha sido denegado por el consistorio. El PSOE pregunta, además, por qué el municipio no ha vallado el vertedero, tal y como recomendó la Fiscalía de Medio Ambiente. Fuentes de este órgano judicial recordaron ayer que "se pidió en abril el vallado del vertedero para evitar situaciones como las que ahora se han producido". Estas fuentes recuerdan que el Ayuntamiento ha hecho caso omiso a su petición.El PSOE asegura que los vertidos clínicos en las Cárcavas se vienen produciendo regularmente desde 1993. La concejal socialista Ana Tutor manifestó: "El equipo de gobierno del PP es el máximo responsable de la existencia y crecimiento del vertedero de las Cárcavas en unas condiciones ilegales, vergonzosas y tercermundistas". Los socialistas han pedido "por enésima vez" el cierre del estercolero, "así como una fuerte sanción a la empresa que lo explota ilegalmente, ya que cada día es más evidente que las Cárcavas es un polvorín que puede poner en peligro la salud de las personas".

El PSOE calcula que las personas que explotan este estercolero ilegal recaudan cada año unos 500 millones de pesetas. Cada camión que pasa por su taquilla -un remolque sucio que hace las veces de control- paga unas 700 pesetas de pea¡e. Todo ilegal y consentido.