Un tribunal de Roma pone en libertad al ex oficial de las SS juzgado por la matanza de 335 ítalianos
El Tribunal Militar de Roma dejó en libertad ayer, con la oposición de uno de sus tres magistrados, al ex oficial de las SS Erich Priebke, procesado por la matanza cometida en marzo de 1944 en las Fosas Ardeatinas de Roma, donde fueron fusiladas por las tropas nazis 335 personas, entre prisioneros italianos y miembros de la comunidad judía. El Tribunal, que halló culpable a Priebke, consideró que el delito había prescrito y ordenó su inmediata puesta en libertad.
El ex capitán nazi asistió con atención la lectura de la sentencia, pero pareció no comprender el sentido del fallo, ya que se dirigió a su abogado para pedirle explicaciones, y sólo después esbozó un ligerísimo amago de sonrisa. En la sala estalló entonces la rabia de los familiares de las víctimas mientras se oían gritos de ¡Fascistas!" y "¡Malditos!".El fiscal del Tribunal Militar de Roma, Antonio Intelisano, anunció que recurrira contra el fallo, que condena formalmente a Priebke pero le deja en libertad al aplicársele la prescripción del delito (de 20 años para el de asesinato múltiple). El tribunal no tuvo en consideración las circunstancias agravantes de premeditación y crueldad, pero sí las atenuantes relativas a su avanzada edad, 83 años.
Las comunidades judías de Italia y los familiares de las víctimas expresaron inmediatamente su indignada protesta en la misma sala del Tribunal Militar donde se leyó la sentencia, en la que hubo gritos, llantos e inauditos, que impidieron la salida del ex oficial. Un grupo de personas familiares de las víctimas, bloquearon la primera planta donde se encuentra la sala de vistas mientras la policía intentaba proteger a Priebke. En los incidentes cinco carabineros resultaron heridos.
El ministro de Justicia, Giovanni María Flick, anunció anoche que ha ordenado el encarcelamiento cautelar de Priebke en una prisión ordinaria espera de que las autoridades judiciales italianas examinen la petición de extradición hecha por Alemania. El ministro se personó anoche en el Tribunal Militar de Roma para intentar resolver el conflicto. Un representante de la comunidad judía, Riccardo Pacifici, había adelantado poco antes la noticia a los manifestantes: Priebke será entregado esposado a la división especial de la Policía (Digos), para ser trasaladado luego a la prisión de Regina Coeli o a la de Rebibbia, en Roma.
También se registraron incidentes en los alrededores de la sinagoga de Roma, en el barrio judío, donde sus habitantes, tras vencer su incredulidad, reaccionaban con frases como "Han vendido a los muertos" o "Nos avergonzamos de ser italianos", como ya había dicho entre lágrimas, a la salida del Tribunal Militar, el anciano presidente de la Asociación de Víctimas de las Fosas Ardeatinas, Giovanni Gigliozzi.
Conmoción política
El mundo político se conmovió también tras conocer la sentencia. El presidente de la república, Oscar Luigi Scalfaro, dijo que se han "reabierto las heridas". El jefe del Gobierno, Romano Prodi, a pesar de expresar "el debido respeto por la decisión de la magistratura militar", subrayó en nombre del Ejecutivo "la extrema amargura frente al dolor y las responsabilidades" por los hechos evocados. "Por ello, el Gobiemo", agregó Prodi, "expresa a los familiares, a las comunidades judías y a todo el pueblo italiano su profunda solidaridad".En la Cámara de Diputados, donde se debatían las reformas institucionales, pidió la palabra tras conocer la noticia el presidente de Refundación Comunista, Armando Cossutta, para decir que "el delito del carnicero Priebke no prescribirá en la con ciencia del pueblo italiano".Todo el hemiciclo, puesto en pie, le aplaudió calurosamente. "Respeto la decisión del tribunal, pero éste debía respetar a Italia", declaró el presidente de la Cámara, Luciano Violante. En el Senado, los parlamentarios guardaron un minuto de silencio. El alcalde de Roma, el verde Francesco Rutelli, visitó el lugar de la matanza y ordenó que se apagaran anoche las luces de los principales monumentos de la capital en protesta. "Esta ciudad no tiene que estar iluminada esta noche", dijo, "tiene un gran dolor ante el genocidio y, aunque nadie pensaba en una venganza, a Roma le queda una herida abierta". Y el Partido Democrático de la Izquierda (ex comunista) anunciaba que presentará hoy una propuesta de ley para abolir los tribunales militares.
Priebke tendrá ahora serias dificultades para poder salir de Italia, que se ha convertido en el país más seguro para él. En el momento en que ponga un pie en otro Estado se encontrará con una orden de detención cursada a través de Interpol.
Priebke fue localizado el 6 de mayo de 1994 por un equipo de la televisión norteamericana ABC, en colaboración con el centro Simon Wiesenthal, de París, en la localidad argentina de Bariloche. Se le imputaba haber matado directamente a dos prisioneros en las Fosas Ardeatinas y haber redactado la lista de quienes debían ser ejecutados. El 3 de noviembre de 1995 Italia consiguió su extradición y 15 días más tarde Priebke llegó detenido a Roma. Tras dos años de batallas legales y tres meses de juicio, ayer llegó, como un mazazo, la sentencia que le deja libre.
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