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Una testigo encapuchada acusa ante el Senado de EE UU al presidente colombiano

María, una misteriosa testigo de la DEA (Agencia anti narcóticos norteamericana), apareció el lunes y acusó ante el Comité de Exteriores del Senado de Estados Unidos al presidente de Colombia, Ernesto Samper. La enigmática mujer, que llegó con el rostro cubierto con una capucha negra y se mantuvo siempre oculta tras un biombo, aseguró que Samper recibió dinero del narcotráfico para su campaña al Senado en 1990, a cambio de la promesa de apoyo para eliminar la extradición. "Yo sabía de la corrupción del presidente Samper desde 1989", dijo al referirse a conversaciones y encuentros de éste con miembros de la Mafia. Añadió también que los narcotraficantes destinan cuotas para pagar a la policía.Samper lo negó todo. Calificó de "absolutamente falsa" la declaración de María y consideró una "infortunada coincidencia". que su testimonio se haya producido en vísperas de su viaje a Francia y España. El presidente añadió que sus abogados estudian acciones legales contra la declaración de la testigo encapuchada. Antes de partir, Samper aceptó la renuncia del ministro de Comunicaciones, Juan Manuel Turbay, implicado también en el narcoescándalo.

María fue presentada por el senador Jesse Helins -el mismo de la ley Helms-Burton-, el parlamentario norteamericano más radical en su posición en contra de Colombia. "Es una valiente mujer", dijo a los miembros del comité, antes de dar paso al testimonio de más de 40 minutos. Ella, por su parte, aseguró que se ofreció voluntariamente a colaborar con la DEA para infiltrarse en los carteles de la droga por su "fe en un futuro mejor para Colombia".

La existencia de María se conoció en junio de 1994, casi simultáneamente a la aparición de las narcocasetes -grabaciones donde capos del cartel de Cali hacen referencia a la financiación de la campaña samperista- .El impacto de estas cintas eclipsó la existencia de la testigo. Se llegó incluso a pensar que no era más que un invento de Helms, quien en innumerables ocasiones amenazó con "una testigo fiable", cuya confesión "comprometía seriamente a Samper".

El camino del juicio

La aparición de María en el Congreso norteamericano fue seguida en Colombia por todos los informativos de radio y televisión. Pero su voz débil, sus palabras como de libreto previamente aprendido, no convencieron. "La verdad tiene rostro, nombre, apellidos. Si ella es protegida de Estados Unidos, no tiene nada que temer", comentó un oyente de una emisora de radio que realizó una encuesta con esta pregunta: "¿Creyó usted a María?". Pero aunque no convenció, los analistas coincidieron en afirmar que su testimonio enreda la situación de Samper y que puede ser incluso un primer paso para hacer realidad lo que hoy se ve como una amenaza: el procesamiento del presidente. "Es el camino a un juicio", dijo Luis Guillermo Nieto Roa, abogado defensor de Samper.El mismo lunes por la tarde el Gobierno anunció que estudiará acciones legales contra la testigo oculta. Se abstuvo de calificar, sin embargo, la solicitud del senador Helms, quien, en la misma audiencia reveló que pidió por carta al presidente Bill Clinton cancelar el visado a 25 personajes colombianos. La lista la encabezan el ministro de Gobierno, Horacio Serpa, varios de los congresistas actualmente detenidos por el narcoescándalo y cinco generales. Entre estos últimos están el segundo comandante y el comandante de la Primera División del Ejército. Figuran también dos personajes de anteriores Ejecutivos: el ex vicefiscal Francisco Cintura y el ex director del DAS (policía secreta), general Miguel Maza Márquez.

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