La maldición de la autoría
Parecía difícil centrarse en el cine sin más, tras el alboroto provocado por Miguel Ángel Cortés en el seminario que, bajo el título El cine ante el tercer milenio, codirigen en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) el cineasta Manuel Gutiérrez Aragón y el profesor Enrique Torán, pero se hizo. Cuatro nuevos. realizadores, Alejandro Amenábar, Azucena Rodríguez, Icíar Bollaín y Agustín Díaz Yanes confesaron ayer por la tarde, ante un auditorio a rebosar, sus temores, sus referencias culturales y vitales y el porqué de sus películas. Los cuatro coincidieron en que sus primeros largometrajes -sólo Azucena Rodríguez ha realizado dos- eran historias muy personales, cuyos guiones escribieron ellos mismos.La doble condición de guionista y director -"la eterna maldición de la autoría", como la, definió Gutiérrez Aragón- fue explicada por Alejandro Amenábar dentro de un fenómeno común europeo y por la ausencia de una industria tan potente como la americana, "donde se pueden encontrar guiones que a uno le gusten".
Díaz Yanes, guionista antes que director, achacó este fenómeno a la falta de dinero en la industria española y dijo que "el guión sigue siendo la parte peor pagada del cine". "En los últimos diez años ha habido buenas películas que podían haber sido grandes, películas si hubieran tenido un buen guionista detrás", añadió el director de Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto.
Referencias
Si a Agustín Díaz Yanes lo que más le ha marcado en la vida han sido sus seis años de militancia en el Partido Comunista de España (PCE) en, su oposición al "tirano de Franco", algo que se refleja en su filme, a Azucena Rodríguez, que militó en un partido marxista-leninista, lo que le llevó a hacer Entre rojas fue su deseo de luchar contra el olvido de una época en la que la solidaridad primaba por encima de muchas otras cosas.Por el contrario, las referencias de Amenábar, como hijo de la televisión y el cine, más que culturales son audiovisuales y reinvindicó a Spielberg y la música de Superman. La actriz Icíar Bollaín confesó el lío que se montó en su cabeza el día que se preguntó el porqué no contaba ella misma la historia que había escrito hacía diez años y cuyos personajes le quemaban ya. Hola, ¿estás sola? nació de un deseo de trasladar a la pantalla a dos chicas reales, en una historia no edulcorada y huyendo de una comedia en la que todo el mundo es aparentemente feliz.
Vicente Molina Foix, que por la mañana había analizado la influencia de la novela en el cine dentro del. "mutuo influjo" de las artes en general, agradeció a estos cuatro cineastas la confianza que con sus obras, al igual que con los novelistas, han logrado crear entre los espectadores.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.