La economía sigue su desaceleración y sube el 1,9% en el primer trimestre por la caída de la inversión

La economía española creció. el primer trimestre del año un 1,9% con respecto a igual periodo del año anterior, según los datos de la Contabilidad Nacional dados a conocer ayer por el Instituto Nacional de Estadística. Este crecimiento refleja la desaceleración de la economía española, ya que es el cuarto trimestre de debilitamiento progresivo, y es el menor crecimiento interanual en un trimestre desde el segundo de 1994. La debilidad de la demanda interna, especialmente la inversión en construcción, es la causa fundamental del débil crecimiento. El levísimo repunte del consumo hace pensar a algunos analistas y al Ministerio de Economía en una recuperación en el segundo semestre del año.

La nota dominante de enero a marzo es el debilitamiento que experimenta la demanda interna que aporta al crecimiento del PIB 2,2 puntos, es decir, seis décimas menos que en el trimestre anterior. Ello es consecuencia de la notable pérdida de impulso de la inversión -3,4% frente al 5,8% el trimestre anterior-, que es más acusada en construcción -con un crecimiento tres puntos menor al trimestre anterior y 5,3 puntos inferior al primer trimestre de 1995- achacable, en su gran mayoría a la fuerte contracción que ha experimentado la obra pública. La construcción, que fue la actividad más dinámica en 1995, pierde pues un fuerte peso y aporta al PIB tan sólo 0,1 puntos. Ello se deja notar en la creación de empleo que en el sector presenta ya tasas negativas del 0,3%. La desaceleración en bienes de equipo es menor, ya que crece un 6,2% frente al 7,6% del trimestre anterior.Por lo que se refiere al consumo, mientras el público desciende en cuatro décimas, el privado experimenta un" ligero repunte -una décima- con respecto al último trimestre del año pasado y crece un 2%. Ésta es la mejor tasa trimestral interanual al menos desde 1994. Sin embargo, el INE advierte que la relativa atonía y la práctica estabilidad que ha caracterizado al consumo a lo largo de 1995 "exige ser cautelosos con respecto a su evolución futura".

El debilitamiento de la demanda interna queda parcialmente compensado por una contribución al PIB menos negativa de la demanda externa (-0,3 puntos frente a -0,5 del cuarto trimestre de 1995). En los tres primeros meses de este año el sector exterior se ha distinguido por una desaceleración tanto en las importaciones como en las exportaciones. Las primeras crecen en términos interanuales (sobre igual trimestre de 1995) un 5,9%, pero lo más destacable es el repunte de las importaciones de consumo no alimenticio que puede interpretarse como síntoma de un mayor dinamismo futuro del consumo privado.

Un rasgo muy destacable de los datos dados a conocer ayer por Estadística es la desaceleración que muestran las actividades industriales (dos puntos menos que el trimestre anterior y 6,7 menos que en el primer trimestre del año pasado) y los servicios. Concretamente, la actividad industrial, excluida construcción, crece sólo el 0,4% y aporta 0,1 puntos al PIB trimestral. Las actividades no energéticas, por ejemplo, registran tasas negativas por primera vez en los últimos 10 trimesties, mientras las actividades más dinámicas continúan siendo las de transformación de los metales. La actividad en los servicios también se desacelera. La hostelería permanece establilizada, el transporte y las comunicaciones aceleran levemente su crecimiento pero el comercio pierde intensidad dada la persistente debilidad del consumo final de bienes.

El leve crecimiento industrial contrasta con la fuerte expansión que registran las ramas agraria y de pesca, que crecen un 6,3% mientras el primer trimestre de 1995 decrecieron el 13,8%. Sin embargo, su reducido peso en la actividad hace que su aportación al PIB sea escasamente de tres décimas. Para el conjunto del año se estima que esta aportación será de medio punto, entre otras cosas, por la excelente cosecha que han propiciado las lluvias del pasado otoño.

Los datos sobre el crecimiento económico han sido valorados de distinta manera. Mientras IU y UGT ponen de manifiesto los efectos de una política económica, a su juicio, perjudicial, el Ministerio de Economía expresa su optimismo basado en que la tasa de variación intertrimestral ha sido del 0,8%. Es decir, que el PIB en términos absolutos y pesetas constantes es un 0,8% superior al del último trimestre del año pasado.

Es tal vez ese dato el que permitió ayer al secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro, augurar en Barcelona que la el crecimiento para 1996 va a alcanzar el 2,3%, a pesar del bache del primer trimestre. Montoro estimó que es posible "que el año próximo se alcance el 3%, al menos en términos reales", dada "la estabilidad política y las medidas económicas" del Gobierno del PP.

El. Banco Central Hispano cree que la desaceleración tocará fondo en el segundo trimestre y que ya en el tercero el PIB crecerá por encima del 2%.