Cuba creará varias zonas francas para atraer la inversión extranjera
El Gobierno cubano presentó ayer oficialmente una nueva legislación económica sobre zonas francas que busca abrir nuevos espacios y dar mayores facilidades a la inversión extranjera, justo cuando Estados Unidos comienza a aplicar la ley HeIms-Burton con el propósito de entorpecer y desincentivar la inversión en la isla. La ley permitirá que empresas de capital mixto o 100% extranjero se instalen en Cuba y desarrollen actividades productivas y de servicios dentro de dichas zonas, beneficiándose de exenciones aduaneras y tributarlas similares a las que ofrecen otros países.
El decreto-ley sobre zonas francas y parques industriales complementa la ley de Inversiones Extranjeras que aprobó el Parlamento cubano en septiembre de 1995, y fue presentado ayer en La Habana por el ministro de Inversiones Extranjeras, Ibrahim Ferradaz, quien aseguró que, hasta el momento, ninguna compañía con inversiones en Cuba ha solicitado oficialmente abandonar sus negocios en la isla como consecuencia de la ley Helms-Burton.La ley sobre zonas francas es, como la mayoría de la legislación económica aprobada por el Gobierno cubano, amplia y a la vez restrictiva. Establece que las empresas que decidan instalarse en ellas podrán realizar actividades tanto de producción y manufactura, ensamblaje y procesamiento de productos terminados, como actividades comerciales o servicios bancarios, financieros y de seguros, entre otras.
Pero, en todos los casos, el Ministerio de Inversiones es el organismo que determina qué empresas extranjeras podrán operar en las zonas francas, mientras que se reserva al Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros la prerrogativa de otorgar las concesiones administrativas a aquellas compañías encargadas de desarrollarlas y dirigirlas.
Las principales ventajas son fiscales: La "exención total de aranceles por la introducción dentro del área a productos destinados a las actividades autorizadas" así como diversos tipos de exenciones tributarias. Por ejemplo, la "exención total del pago de impuestos sobre las utilidades y por la utilización de la fuerza de trabajo a los concesionarios y operadores de actividades productivas por 12 años, y bonificación del 50% por otros cinco años", mientras que en el caso de actividades comerciales y de servicios, hay una exención total por cinco años y bonificación del 50% por tres años.
La ley también establece la posibilidad de crear servicios bancarios y financieros que podrán transferir libremente al exterior el capital proveniente de sus operaciones. El régimen laboral de las zonas francas hace una pequeña concesión a las empresas mixtas, que ahora podrán contratar libremente a sus empleados (las asociaciones mixtas que operan fuera de estas zonas deben hacerlo a través de una empresa estatal), aunque el salario mínimo lo siguen fijando las autoridades cubanas, que pagan en pesos a su trabajadores, aunque reciban dólares del empresario extranjero.
Agencia de empleo
En el caso de las empresas de capital 100% extranjero, deben contratar a todos sus trabajadores a través de una agencia empleadora estatal.Según Ibrahim Ferradaz, la nueva legislación sobre zonas francas puede convertirse en un instrumento eficaz para atraer capitales extranjeros, y más cuando Estados Unidos trata de desincentivar la inversión en la isla con la ley Helms-Burton. Su ministerio estudia situar esas zonas francas en la bahía de Mariel y la de Cienfuegos. Para Ferradaz, entre otros atractivos para invertir en Cuba y establecerse en las nuevas zonas francas están las buenas comunicaciones, la posición geográfica y la mano de obra cualificada que ofrece la isla.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Ley Helms-Burton
- Embargo comercial
- Tarjetas crédito
- Cuba
- Caribe
- Represalias internacionales
- Comercio internacional
- Relaciones internacionales
- Sentencias
- Estados Unidos
- Política migratoria
- Migración
- Sanciones
- Política exterior
- Juicios
- Demografía
- Comercio
- Gobierno
- Servicios bancarios
- América
- Proceso judicial
- Banca
- Administración Estado
- Justicia
- Finanzas