Rato se somete al primer examen de sus colegas del Ecofin

El vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, se verá hoy sometido por vez primera al siempre delicado examen del Ecofin. Si hace caso de los consejos de la representación permanente de España en Bruselas, Rato defenderá ante sus colegas que los fondos estructurales nada tiene que ver con el euro y, en consecuencia, su asignación no debe estar nunca conectada con la disciplina de las cuentas públicas, como pretende la Comisión.

El Ecofín examinará los escenarios de tránsito al euro que ya fueron pergeñados en la reunión informal de Verona. Rodrigo Rato acudirá hoy con un bonito "as" bajo la manga: la certificación de que las cuentas públicas se cerraron en 1995 con un déficit del 5,8% del PIB de acuerdo con el sistema de cuentas europeo.Quedará así desechada la iniciativa del comisario francés de Finanzas, Yves-Thibault de Silguy, de tomar como referencia del déficit español la tasa del 6,16% que corresponde a las cuentas de caja del Instituto Nacional de Estadística.

El vicepresidente tendrá también ocasión de explicar a sus colegas el retraso que está sufriendo la aplicación del recorte de 200.000 millones de pesetas aprobado hace semanas -un retraso que ha merecido ya las críticas de la prensa financiera europea- o las tesis del Gobierno del Partido Popular sobre la necesidad de "parar el reloj" de la unión monetaria para que se sumen al euro las monedas más rezagadas.

La unión monetaria y el euro ocuparán buena parte del tiempo de los ministros del Ecofin, que estudiarán un documento elaborado por el Comité Monetario que recoge las conclusiones a que llegaron en la reunión informal de Verona. El documento consagra la creación de un nuevo mecanismo de cambios dentro del Sistema Monetario Europeo, anclado en torno al euro y de participación voluntaria. El texto confirma la capacidad de iniciativa del futuro Banco Central Europeo para pedir el realineamiento de una moneda dentro del mismo sistema y la posibilidad de que las intervenciones para apoyar una moneda sean obligatorias, aunque advierte que el mantenimiento de la estabilidad de precios es un valor prioritario frente a la estabilidad cambiaria.

Disciplina presupuestaria

El texto aborda también la necesidad de mantener la disciplina presupuestaria una vez se haya creado el euro. Se pronuncia por tomar como cifra de referencia para lograr esa disciplina el 3% exigido en el Tratado de Maustricht para cumplir las condiciones de convergencia, aunque el objetivo a medio plazo debe ser el equilibrio financiero o incluso el superávit. El valor de referencia del 3% sólo podrá ser superado en casos de crisis económica y siempre de forma excepcional y temporal.El Comité Monetario recuerda que Alemania es partidaria de la imposición de multas automáticas para mantener esta disciplina, pero destaca que hay otras posibilidades: la adopción de medidas por mayoría cualificada a partir del procedimiento de déficit excesivos o la aprobación de medidas concretas por unanimidad.