Sin mirar al pasado

Las autonomías bilingües pretendieron durante la tramitación parlamentaría de la ley de cine gozar de la potestad de cambiar cuotas de pantalla, licencias de doblaje y sanciones, algo que provocó el rechazo de todos los sectores cinematográficos que coincidieron en que esta facultad suponía una utilización del cine español con fines claramente políticos, como el de la normalización lingüística. El actual poder de Convergència i Unió en el sostenimiento del Gobierno, y en menor medida del Partido Nacionalista Vasco, no le hace temer a José María Otero que se vuelvan a producir presiones en este sentido. "Por los contactos que he tenido, ellos tienen el mismo interés que nosotros en que haya un buen cine catalán o en el País Vasco. Las medidas que son buenas para el cine español en su conjunto van a ser buenas para todos. Creo que va a haber una gran sincronía"."Nosotros miramos el futuro y no el pasado y no creo que el cine sea utiizado para otras finalidades como la normalización lingüística. Los responsables de la cinematografía en Cataluña están interesados en que haya una buena industria de cine y que las películas que se produzcan en Cataluña puedan también verse en toda España y en el extranjero. Creo que las cosas que tenían validez hace dos o tres años, ahora no la tienen y menos la tendrán dentro de uno o dos años. El muundo audiovisual y la comunicación van a vivir una auténtica revolución. Lo importante es producir y producir mucho, porque existe una gran demanda. Si nosotros no somos capaces de atender esa demanda es cuando se produce un hueco que llenan los americanos. Creo que tanto en Cataluña como en el País Vasco, están decididos a llevar una gestión coherente y conseguir entre todos que haya una política audiovisual en España", afirma Otero.