Rato anuncia en la OCDE rigor presupuestario y flexibilización para la economía española

El vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, prometió ayer ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que España se daría un baño de liberalismo y rigor presupuestarlo. Algo más tarde, en una conferencia de prensa, insistió en que los presupuestos para 1997 supondrían una congelación del gasto en términos reales: "El gasto sólo crecerá lo que suban los precios", dijo. En lo que fue su primera comparecencia ante una organización internacional, Rato manifestó que la convergencia hacia la tercera fase de la unión económica y monetaria constituía la "máxima prioridad" del nuevo Gobierno español.

El mensaje de Rodrigo Rato fue muy bien acogido en la OCDE, templo de la ortodoxia liberal y el rigor presupuestario. El vicepresidente y ministro de Economía puso a los mercados financieros como futuros testigos de la credibilidad del Gobierno español en su propósito de reducir los déficits, "que aparecen como el principal obstáculo en el camino hacia la unión económica y monetaria" europea.Rato prometió rigor presupuestario, pero desautorizó algunas interpretaciones efectuadas a raíz de una entrevista publicada ayer por el diario parisino Le Figaro, que atribuía al vicepresidente la siguiente frase: "Contamos hacer economías en 1997 por una suma de 40.000 millones de francos". Esa cifra equivale a casi un billón de pesetas, lo que en algunos casos se entendió como montante de los recortes proyectados en el gasto. "Yo no he dicho eso", declaró Rato. "Ni lo confirmo ni lo desmiento", siguió. "Lo que yo he dicho es que el gasto sólo crecerá lo que suban los precios, o sea, que habrá una congelación en términos reales", concluyó.

Compensar las deudas

En torno a la cuestión de los presupuestos, Rodrigo Rato afirmó que hoy tendría ocasión de dar nuevos datos ante el Congreso de los Diputados, en respuesta a una interpelación parlamentaria. "Este año reduciremos el gasto en 200.000 millones limitando la disponibilidad de partidas ya aprobadas, y si aparecen deudas imprevistas, habrá que compensarlas por otro lado. Para el año próximo aún no pueden darse cifras, sólo la citada orientación estratégica de congelar el gasto", explicó.Rato aprovechó la cita anual de la OCDE para mantener un apretado programa de entrevistas y apreció que los ministros de Economía de los otros 25 países miembros pensaban como él: "He percibido entre mis colegas un enorme consenso en tomo a la necesidad de aplicar políticas de reducción del endeudamiento y ajuste presupuestario, de control de la inflación y de diálogo social", dijo. Precisó que el Gobierno español quería practicar el diálogo constante con empresarios y sindicatos "desde todos los ministerios, y no sólo desde los departamentos económicos y sociales".

Mientras el vicepresidente económico se daba a conocer en su primer foro internacional, la OCDE se embarcaba, como el año pasado y el anterior, en un casi imposible esfuerzo por resolver las diferencias comerciales entre Estados Unidos y el resto del mundo. La Unión Europea y Japón presionaron para que en el comunicado de la reunión, que se publicará hoy, se hiciera explícito un compromiso de todos en favor de resolver los conflictos comerciales por la vía multilateral de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Las sanciones comerciales unilaterales aplicadas por EE UU gracias a la ley Helms-Burton, que afectan especialmente a Cuba y China, constituyen el principal conflicto abierto en el seno de la OCDE.

El nuevo presidente de la organización, el canadiense Donald Johnson, que sustituirá al francés Jean-Claude Paye el próximo 1 de junio, quiere reforzar la personalidad liberal y Iibrecambista de la OCDE y hacerla un poco más agresiva. Johnson cuenta asimismo con establecer una coordinación estrecha entre la OCDE y la OMC, todo lo contrario que los Estados Unidos, que preferirían reducir la organización basada en París a una simple fábrica de estudios y previsiones, desplazando hacia el grupo de los siete países más industrializados (G-7) la tarea de formular orientaciones prácticas en materia de políticas económicas. El nuevo presidente de la OCDE recibirá durante su mandato a Polonia como miembro de la organización y, muy probablemente, a Rusia, que ayer pidió su ingreso.