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Los ministros de Sanidad piden prudencia sobre las "vacas locas"

Los ministros europeos de Sanidad, reunidos ayer en Bruselas, coincidieron en pedir mucha prudencia en el tratamiento del tema de las vacas locas y en la posibilidad de que hoy pueda suavizarse el embargo que pesa sobre el bovino británico. "En caso de duda debe prevalecer siempre la decisión científica más prudente", declaró el nuevo ministro español de Sanidad, José Manuel Romay, quien aseguró que ese fue el criterio mayoritario de los ministros.El ministro belga propuso que se aprobara la petición de que a partir de ahora la alteración del embargo se sometiera al dictamen de los ministros de Sanidad, y no sólo a la Comisión Europea, el Comité Veterinario y los ministros de Agricultura. La propuesta fue rechazada por el temor de que pudiera acabar creando entre los consumidores mayor confusión.

El problema de los consumidores fue evocado de forma contundente por el representante alemán, quien hizo hincapié en que el problema británico está hundiendo el mercado de la carne en Alemania. "Ahora sí podemos declarar plausible que la transmisión de la enfermedad al hombre no se puede descartar", dijo el ministro alemán. Para el ministro británico, al contrario, esta relación nunca se ha demostrado y lo lógico es suavizar el embargo.

Conclusiones conservadoras

El consejo aprobó al final unas conclusiones conservadoras que abogan por poner en marcha mecanismos de seguimiento de las enfermedades espongiformes transmisibles, su apoyo a la creación de un comité multidisciplinar, extender la vigilancia epidemiológica de la Creutzfeldt-Jakob y fomentar el intercambio de experiencias entre los Estados.

Uno de los momentos cumbre de la crisis de las vacas locas se vivirá hoy en Bruselas, durante la reunión del Comité Veterinario Permanente que debe estudiar la propuesta de la Comisión Europea de acabar con el embargo en tres productos determinados (gelatinas, sebos y esperma) y en condiciones específicas. Londres ha amenazado con tomar represalias políticas si los veterinarios no acuerdan un gesto político en favor de los intereses británicos.

Ayer, la hija de una mujer de 44 años que falleció en Oxfordshire en 1994 víctima de la versión humana del mal de las vacas locas anunció que se propone llevar al Ministerio británico de Agricultura a los tribunales, por su incapacidad para prevenir a los consumidores de los riesgos de consumir carne de vaca, informa Lola Galán. El caso presentado ayer en Londres por llia Andrews, de 23 años, es el primero de este tipo, pero la joven ha recibido el apoyo de quince familias que se han visto afectadas por la misma situación.

Los familiares de las víctimas de la Creutzfeldt-Jakob se mostraron convencidos de que en el Reino Unido se sigue comercializando carne contaminada pese a las barreras impuestas.

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