Aznar ofrece un programa de centro con más poder para las autonomías
Fue un debate de guante blanco. La crispación que ha marcado la vida política española en los últimos años ha quedado superada. Era la impresión generalizada al finalizar anoche la primera sesión del debate de investidura que convertirá a José María Aznar, a mediodía de hoy, en el presidente del Gobierno que pone fin a más de 13 años de hegemonía socialista. Aznar, en un discurso de centro, ofreció más dinero y más poder a las comunidades autónomas, pero tuvo buen cuidado en combinar este objetivo con otro que calificó de "irrenunciable": atajar el déficit y la inflación para cumplir los criterios de convergencia fijados en Maastricht.
La preocupación central de todo el debate y el eje de la intervención del candidato fue el Estado autonómico. Felipe González se situó en la misma línea, y fue el único tema en el que afloró la discusión política. El presidente en funciones estrenó sus tareas de oposición con un discurso tranquilo que admitía las ofertas de diálogo del candidato y apostaba por una legislatura larga y tranquila. "No me va a oír decir nunca 'váyase, señor Aznar". Con esa frase sintetizaba González su respuesta a la declaración del fin de las hostilidades.Aznar empleó 80 minutos en su intervención inicial, en la que hizo una detallada exposición de los propósitos para la legislatura, basada en tres pilares: el impulso autonómico y la reforma del sistema de financiación de las comunidades, con la promesa de que no afectará a la solidaridad; el impulso económico y la convergencia con Europa, así como el compromiso de mantener el "pacto de solidaridad", que incluye el carácter universal de la educación y la sanidad, las pensiones y la protección social. El candidato a la presidencia del Gobierno advirtió en este punto contra el inmovilismo, porque "el mantenimiento del Estado social obliga a mejorar el sistema". Mientras, Joaquim Molins, de CiU, pedía que no se agiten los enfrentamientos entre las autonomías. Desde el PNV, Iñaki Anasagasti reivindicaba el pleno desarrollo del Estatuto de Gernika, y sólo Anguita sacaba los temas de corrupción que dominaron la legislatura que ha concluido.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Política nacional
- Felipe González Márquez
- Discursos
- Investidura parlamentaria
- VI Legislatura España
- Congreso Diputados
- José María Aznar
- Conferencias
- Presidencia Gobierno
- PSOE
- Financiación autonómica
- PP
- Legislaturas políticas
- Parlamento
- Política autonómica
- Partidos políticos
- Comunidades autónomas
- Gobierno
- Administración autonómica
- Finanzas públicas
- Eventos
- Administración Estado
- Política municipal
- Finanzas
- Administración pública