El IVAM revisa cómo sometió el estalinismo a la vanguardia rusa
El título describe perfectamente el proceso: Utopía, ilusión, adaptación. Dos centenares de obras de una cuarentena de artistas integran la exposición que, procedente de Essen y Stutttgart, se inauguró ayer en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), tras incorporar a la selección una buena parte de los fondos del museo. En ella se revisa el fenómeno que, entre 1928 y 1945, llevó en la Unión Soviética de un pujante movimiento de vanguardia a su sofocamiento bajo el régimen estalinista. El director del IVAM, Juan Manuel Bonet, resaltó que la exposición muestra cómo la convivencia de formas artísticas de vanguardia con otras cada vez más condicionadas por el "imperativo absoluto del Estado" acabó imponiendo el realismo socialista en su versión más descamada".La comisaria de la muestra, Margarita Tupitsyn, señaló que las exposiciones sobre el arte soviético han tendido a limitar su atención al periodo anterior a 1932, dejando "muchas preguntas sin respuesta". El interés de la exposición del IVAM, que incluye fotografías, pinturas, carteles y fotomontajes, radica en que refleja precisamente cómo se impuso en la década siguiente la glorificación del Estado. La creciente magnificación de la figura de Stalin y la evolución de artistas tan emblemáticos como Rodchenko, Stepánova y El Lissitzky, obligados a adaptarse a la situación, ejemplifican el proceso.
Diseños
Al mismo tiempo, el IVAM abrió una exposición sobre otra vertiente del arte de vanguardia de los años veinte y treinta en lo que Bonet calificó como la Europa constructiva". Se trata de los diseños que entre 1920 y 1960 produjo la empresa holandesa Metz & Co. Telas, muebles y alfombras, bajo influencias como la del movimiento Arts & Crafts o de la Bauhaus, y con autores como Sonia Delaunay, Marcel Breuer, Alvar Aalto, Bart van der Leck o Willem Penaat reflejan "el lujo de la simplicidad, la claridad, la luz y espacio" que caracterizó los diseños de la firma holandesa, según la comisaria de la muestra, Petra Tinuner, que coincidió en esta opinión con el nieto del fundador de Metz & Co., Joseph de Leeuw, ayer en la inauguración.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.