Aprendices de brujo
Me tenéis harto todos los violadores de vacas con jeringa, congeladores de esperma y de la momia de Walt Disney, manipuladores del gen, engordapollos, fecundadores in vitro, banqueros de órganos humanos, matriculadores de cualquier signo de vida, cartógrafos del genoma para después cobrar por los mapas, obsesos del trademark de la vacuna y el antídoto, reyes del lifting y la liposucción y mercaderes de vacunas de lujo que nunca llegarán a los que no pueden pagarlas. Habéis hecho un mundo de aprendices de brujo, vulgarizadores de Frankenstein, obsesos del trasplante, de la clonación, y puesto a la longevidad en el altar de los logros de la ciencia.Habéis tomado al asalto los presupuestos del Estado para haceros quirófanos caros, con instrumentos caros, medicinas caras, laboratorios caros, vosotros médicos y científicos de reputados laboratorios, registradores de la propiedad celular y molecular, conejos de Indias que juegan a mutar, al servicio del que paga, a otros conejillos de Indias buscando sólo el beneficio del patrón.
Sabíais que los mismos esfuerzos dedicados a dotar de agua potable, vacunas y antibióticos simples o gasas podían salvar muchas más vidas, millones más, pero habéis dejado penetrar las leyes del mercado en las leyes de la vida y sólo trabajáis para el que pueda pagarse el muy costoso corazón, hígado, pulmón, córnea, riñón o lo que sea de repuesto (¿para cuándo el cerebro o los órganos sexuales?).
¿Cómo os extrañáis ahora de que las vacas y los humanos se vuelvan locos, o de que la relación sexual natural pueda implicar un riesgo mortal? Parece que cuanto más cerca estamos del ADN, más lejos nos quedamos de la vida...-
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