El relator de la ONU denuncia la falta de libertad en la isla

Ginebra - 29 feb 1996 - 00:00CET

El último informe del relator especial de las Naciones Unidas, el sueco Carl-Johan Groth, que investiga la situación de los derechos humanos en Cuba, ha vuelto a poner al Gobierno de La Habana en el ojo del huracán.Groth, que no ha podido visitar la isla desde 1992, cuando fue nombrado relator, califica el embargo impuesto por Estados Unidos a la isla de "reliquia de la guerra fría" y asesta un golpe a Fidel Castro al denunciar que "se sigan conculcando las libertades de expresión, información, movimiento, reunión y manifestación pacífica".

Además, el régimen penal cubano sigue tipificando "injustamente" como delitos la propaganda enemiga, la asociación ilícita o la entrada o salida ilegal del país.

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El informe, elaborado gracias a la información suministrada con aportaciones de las organizaciones no gubernamentales, aporta un destello de esperanza al constatar una disminución de los "actos de repudio" a opositores y activistas independientes, y que podría mejorarse gracias al nuevo clima de discusión -"impensable hace unos años"- en sectores intelectuales que han cuestionado el sistema.

El relator de la ONU señala que en agosto se habían censado cerca de 1.500 presos políticos y que la situación política y la crisis económica que sufre la isla ha propiciado que cerca del 10% de la población haya abandonado el país.

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