Los adictos vascos reciben metadona en 45 farmacias

Un total de 45 farmacias de Vizcaya y Guipúzcoa han comenzado este mes a dispensar metadona a los adictos a la heroína dentro del acuerdo firmado el pasado mes de diciembre entre Osakidetza (Servicio Vasco de Salud) y los colegios de farmaceúticos del País Vasco para extender el programa de metadona propiciado por el Gobierno Vasco.Este plan, pionero. en el servicio de asistencia sanitaria española a los toxicómanos, supone una ampliación de la política seguida por Osakidetza desde finales de 1991, año en el que se habilitaron tres Centros para suministrar metadona en cada una de las tres provincias vascas.

La metadona es un derivado opiáceo de similares características a la heroína, cuya principal ventaja es su administración vía oral, lo que evita a los heroinómanos todos los riesgos derivados de la inyección, en muchas ocasiones con jeringuillas compartidas, como es la transmisión del sida o la hepatitis.

Desde que comenzó el programa de la metadona en Euskadi el número de pacientes atendidos suma 1.609 personas. Actualmente se encuentran integrados 753 ciudadanos. De éstos en el mes de febrero se han enviado a las farmacias a 72 personas.

En Vizcaya, donde actualmente se registran 406 pacientes en tratamiento, son ya 88 las farmacias que se han sumado al programa, aunque este mes sólo se ha comenzado a dispensar metadona en 41 locales.

El caso de Guipúzcoa, con 183 pacientes adictos habituales, es diferente. Aunque todas las farmacias están dispuestas a incluirse en el plan, sólo cuatro están facilitando metadona de forma experimental con objeto de pulir posibles defectos iniciales antes de que se generalice la experiencia, según explicaron portavoces de Osakidetza.Lista de espera

El caso alavés es el más singular dado que no existe lista de espera para tratamientos sustitutivos con metadona y, de momento, no se ha considerado necesario enviar pacientes a las farmacias.

Los objetivos de este programa son los de acercar a los heroinómanos a la red sanitaria, modificar sus hábitos de consumo de drogas, reducir todos aquellos riesgos sanitarios que acompañan a la drogadicción, así como mejorar la calidad de vida de los adictos que son enfermos terminales.

Las autoridades sanitarias vascas consideran que con la colaboración de los farmaceúticos "se ha dado un paso de gigante hacia la normalización de este tipo de prestación", social y sanitaria. El "espaldarazo" al programa debe ser entendido, según insiste Osakidetza, como "una prestación sanitaria más dirigida a un grupo de nuestra sociedad realmente castigado y muchas veces marginado".