Los artistas dejan paso al comercio

En Arco 96 hay un millar de artistas en las paredes y suelos de los pabellones 5 y 7 del recinto ferial Juan Carlos I, de Madrid. Durante el recorrido de ayer de la reina Sofía, pocos artistas pudieron comentar su propia obra. Los extranjeros no acuden a la feria y los españoles suelen pasear para ver 'lo que se mueve" y encontrarse con otros compañeros, "al no verse ya en los cafés". Los artistas son respetuosos con el hecho de que "la feria es comerció". Según la Unión de Asociaciones de Galerías de Arte de España, las 608 galerías declaran una facturación de 10.267 millones de pesetas en 1993.

Chelo Matesanz, de 31 años, es la autora de la mejor obra de artista joven español, al distinguir un jurado formado por Estrella de Diego, Fernando Francés y Pablo Llorca su instalación Mi niña está ansiosa (galería Espacio Mínimo, de Murcia) con el premio JASP, patrocinado por Renault y dotado con un millón de pesetas. La obra será donada a los fondos de la colección de la Fundación Arco. La finalista fue Marina Núñez, por Sin título (Buades, de Madrid).La artista busca "una tensión entre lo ingenuo y lo perverso", según declaró ayer ante su obra, que incluye un muñeco, una silla, zanahorias y vídeo. "Los materiales tradicionales se van renovando, y utilizo distintos medios que sirvan para expresar, en este caso, referencias al mundo de la infancia".

Miguel Berrocal no tiene ninguna pieza en Arco y tampoco galería en España, al mantener desde su estudio en Verona una mayor influencia en los países vecinos. Ayer realizó un recorrido en zigzag "lógico y racional para ver todo". "Los artistas ya no se reúnen en los cafés, y nos vemos en las ferias, que también sirven para tomar el pulso del arte". Se detuvo ante obras de Torres García, Julio González, Chillida y Millares.

Andreu Alfaro comparte (en Gamarra) la capilla laica con los ángeles de Arroyo en la Bienal de Venecia, pero no entiende el papel que desempeñan los artistas en una feria. "Somos un objeto más de esta historia extraña. Es un fenómeno nuevo, social, donde el arte está más explicado por los teóricos". Sobre la disminución de las instalaciones en un predominio cercano frente a la pintura, encuentra una posible explicación en Maastricht, "con el recorte del dinero público".

Contacto con el público

Nacho Criado -tiene la instalación Despredimiento, en A + A, de Madrid y Eslovenia- pide un mayor contacto de los artistas con el público. "Antes la gente venía con un espíritu ilusionado, pero ahora se ha habituado a Arco". Miquel Navarro -en Gianni Giacobbi, Prats, Polígrafa, Puyó-está interesado por la situación real de las obras. "Las propuestas son más serenas, y la mirada de los demás también lo es. Antes, por ejemplo, valían todos los objetos".

Pablo Palazuelo -dos últimas telas en Soledad Lorenzo- intenta huir. "Las ferias no me gustan en general. Me distraen, hay demasiadas cosas, y para ver una obra necesito un mínimo de tranquilidad y estar lejos de la multitud".

La fotografía ocupa cada vez más campos del último arte. Ciuco Gutiérrez -con obras en Ángel Romero, de Madrid, y Rita García, de Valencia- piensa que "ya no hay las ilusiones de otros años, y ahora es una forma de estar y ver a los amigos". "Me interesa la foto como concepto y miro mucho a los que trabajan de una forma irreverente".