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El PP ensaya en Valencia el modelo de sanidad privada con fondos públicos

Una empresa construirá y gestionará el único hospital de un área de 250.000 vecinos

La mayoría de los pacientes prefieren ser atendidos en centros privados "donde la recepcionista les sonríe al ingresar". Sobre esta premisa del consejero de Salud, el Gobierno valenciano, del PP ha optado por ceder la inminente construcción y gestión del hospital de Alzira, una comarca de 250.000 habitantes, a una empresa privada. Al enfermo, dicen, no le costará una peseta, ya que la sanidad pública pagará la asistencia a través de un convenio con los propietarios. De las varias ofertas que concurren a la adjudicación, se estudia la que ofrece un mejor concierto.

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Con esta medida el PP pretende ahorrarse los más de 3.000 millones de pesetas que supondría la construcción de un centro público, descargar la Administración de funcionarios y dotar a la comarca de un hospital que siga el modelo de funcionamiento de la Clínica Universitaria de Navarra, a imitar, según el PP.Los vecinos de la zona ya se han levantado en armas, a través de una plataforma, en defensa de un hospital público. El recorte de gastos es la meta perseguida por los populares desde que accedieron al poder en las elecciones autonómicas. La bajada de los precios a los suministradores de prótesis y el acuerdo con los farmacéuticos para que dispensen genéricos (a cambio de perdonarles el 2% de su beneficio) son algunas de las medidas adoptadas hasta ahora para recortar el gasto.

Hospitales para pobres

El consejero de Sanidad, Joaquín Farnós, médico de profesión y que regentó durante años una clínica termal, no entiende que algunos sectores de la sociedad defiendan "con tanto ahínco" la gestión pública de un hospital cuando ese modelo sólo acaba sirviendo "a los pobres" y, por tanto, pierde su pretendido carácter universal. "Los ricos se van a hospitales privados en cuanto les falla la asistencia pública", asegura.Farnós, que considera que quienes hacen esa defensa sólo buscan "colocar más funcionarios en la Administración", está convencido de que los niveles de atención que se conseguirán cediendo la gestión del hospital de Alzira (una población de 41.000 habitantes integrada en una comarca que sobrepasa los 250.000) a una empresa privada serán mejores que los que prestan los centros públicos, "porque cada día tendrán que ganarse la clientela". "Nosotros", añade, "no tenemos que competir, y por eso salimos tan caros, con funcionarios que se toman 20 días de baja dos veces al año".

La empresa que gestione el hospital -en estos momentos están estudiando las ofertas para optar por el concierto que, resulte más barato- perimitirá a la consejería ahorrarse la construcción de un centro público y tendrá unos costes de funcionamiento " muy inferiores" (coste cama / día), según el consejero. Sanidad., que pagará estos costes aún por fijar, se convertirá así en cliente del hospital, "y si no lo hacen bien se anulará el concierto". Lo que cambia es el proveedor, insiste, recurriendo al modelo catalán de privatización. "Son los expertos [en referencia a las empresas de consulting] los que dicen que la sanidad pública cuesta un 30% más de lo que debería", añade.

En el caso del Hospital General de Castellón, la ausencia, de "recepcionistas sonrientes" la suple un equipo de voluntarios, que, a modo de experiencia piloto, pasean por el hospital, atentando a los pacientes cada diez minutos, para hacerles más llevadera su enfermedad. Los habitantes de la comarca tenían que desplazarse hasta ahora a La Fe, en Valencia, debido a la ausencia de hospital en la zona.La reivindicación de un hospital comarcal choca ahora con la propuesta popular, que ha desencadenado un movimiento de protesta ciudadana. Partidos de izquierda (PSOE, EU, UPV), sindicatos (CC OO, UGT, STE), asociaciones vecinales y ciudadanos a título individual han creado una plataforma en defensa de un hospital público y están recogiendo firmas con el apoyo del Ayuntamiento de Alzira (cuyo alcalde, curiosamente, es del PP) para oponerse a la construcción de un centro privado. "Es falso que estemos entregando la sanidad al sector privado", se defiende el consejero, quien asegura que hay muchos médicos de la zona que apoyan la iniciativa.

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