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Europa destinará 40.000 millones de pesetas en 1996 para impulsar el cremiento de Palestina

Xavier Vidal-Folch

¿Y ahora, qué? Las elecciones han legitimado a la Autoridad Nacional Palestina en la persona de Yasir Arafat. Han insuflado credibilidad al incipiente proceso de paz. Pero autoridad y paz exhiben un talón de Aquiles: el caos y la depresión de la economía palestina, con un índice de paro superior al 50% en la franja de Gaza. El rais electo y la troika comunitaria desbrozaron en Gaza, la noche del domingo, objetivos para rescatar la economía del protoestado palestino, al que en 1996 la Unión Europea destinará ayudas por unos 40.000 millones de pesetas.La troika -la italiana Susanna Agnelli, el español Carlos Westendorp y el irlandés Dick Spring, además del vicepresidente de la Comisión, Manuel Marin- acordaron con Arafat acelerar la negociación del acuerdo euromediterráneo de asociación UE-Palestina, para lo que una delegación del protoestado acudirá a Bruselas dentro de tres semanas. Discutieron también otros proyectos concretos de infraestructuras y acordaron una subvención de 800 millones de pesetas para el edificio que albergará a los 88 parlamentarios electos.Este impulso político a la cooperación aumentará las dotaciones previstas para Palestina por la UE, que sumadas a las de los 15 Estados miembros, alcanzaran en 1996 un mínimo de 40.000 millones de pesetas, según estiman funcionarios expertos, superando las previsiones de la Conferencia de París.

La mitad del apoyo mundial

Este nivel de subvenciones europeas (excluidos créditos y ayuda a los refugiados) supone cerca de la mitad del apoyo que prestarán los donantes de todo el mundo: alcanzó el 45% en 1995. El total "convierte a Palestina en la primera receptora mundial de ayuda al desarrollo per cápita", declaró Marín, pues la población afectada es de dos millones de habitantes. "El esfuerzo es grande pero vale la pena, porque arroja resultados, como acaba de verse", apostilló Westendorp. Arafat lo reconoció: "Sin este apoyo permanente de la UE, que es el primer donante, nada sería posible; ni escuelas, ni hospitales ni infraestructuras, ni haber adelantado cinco meses las elecciones".El cálculo de los expertos para 1996, -décimo ejercicio en que la UE presta apoyo financiero directo- se basa en que la UE, más los Quince, comprometieron en 1995 ayudas por 183 millones de ecus, 29.280 millones de pesetas. De ellos, 16.600 corrieron a cargo del presupuesto comunitario. Pero esa cantidad final dobló el compromiso inicial (50 millones de ecus, 8.000 millones de pesetas). Para 1996, la reserva presupuestaria inicial es ya de 90 milllones de ecus.

Aunque este año la cifra no llegue a doblarse, se estirará mucho a causa del acuerdo de asociación, de la rentabilidad económico-política de las ayudas y del incremento de exigencias palestinas tras los comicios. Eso sí, se descarta el faraónico sueño del rais de construir 43 kilómetros de autopista elevada para enlazar Gaza y Cisjordania y eludir así el aislamiento que les impone Israel. Pero no el de construir un puerto en Gaza -del que el mandatario holandés, Wini Kok, puso el jueves la primera piedra- para sortear los obstáculos que Israel impone a la caótica economía de los territorios autónomos.

Esas barreras siguen asfixian do a la economía palestina, aun que cedan en cuentagotas tras cada presión europea. Son obstáculos al comercio israelo-palestino, al comercio exterior, al tránsito de trabajadores (35.000 palestinos acuden cada día a Israel salvo cierre "impredecible" de los pasos de control) factores que desincentivan la inversión exterior, denuncia un informe M patricio de Jerusalén Faisal al Huseini. Así, en Gaza, "casi todas las infraestructuras están por hacer", sintetiza el probable presidente de la Cámara, Jaider Abdek Shafi.

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