El nuevo 'star system' catalán

El último fenómeno teatral en Cataluña es la sorprendente creación de un star system basado en los culebrones de TV-3, la tele autonómica.Del anonimato a la fama, del poder ir tranquilos por la calle a la amenaza de ser asaltados en demanda de autógrafos, el vía crucis de los actores catalanes empezó con los experimentos de La granja, una serie piloto que dio pie al primero de los grandes éxitos, Poble Nou -nada menos que de Josep Maria Benet i Jornet- Sergi Belbel asumió los guiones de Secrets de família.

Junto con Estació d'enllaç, Pedralbes Center, Rosa y dentro de poco Nissaga de poder, las teleseries de la televisión autonómica han conseguido que en Cataluña, por primera vez en muchas décadas, los actores catalanes sean más conocidos que los madrileños.

También por primera vez se dan fenómenos extraños. No es sólo que a media representación se escuchen murmullos de admiración entre el público: "¡Mira, ese sale en la tele!". También hay casos de confusión vital, como cuando a Josep Maria Pou lo regañan por su ligereza con las mujeres confundiéndolo con el barman que interpreta en Estació d'enllaç. A Joan Massot Kleiner lo insultan por la calle por su perversa maldad en Secrets de jamília. Y Joël Joan, de Poble Nou, llenaba de fans el teatro mientras representaba Krampack.

O el lío que armaron Sergi Mateu y Montse Guallar, los eternos enamorados de Secrets de família, cuando interpretaron juntos Cartes d'amor. Parte del público confundió el argumento teatral con el televisivo y no le cuadraban las historias.

El anecdotario es largo. Pero el surgimiento del star system local ha tenido contrapartidas serias y beneficiosas para el teatro. Ha supuesto una importante dinamización profesional de los actores catalanes y el regreso a la escena de actores de¡ teatro independiente y del doblaje. Las nuevas generaciones han pasado del Institut del Teatre a la popularidad sin transición. Las productoras de teatro comercial se benefician del plus de popularidad y empiezan a ofrecer repartos con nombres estelares. Y, en general, el público se siente más dispuesto hacia la escena.