La Península, sin frontera
Los socialistas portugueses intentan superar el distanciamiento de España
"De España, ni buenos vientos ni buenos casamientos". El nuevo Gobierno socialista y el máximo favorito a ocupar la presidencia de Portugal, Jorge Sampaio, confían en que los portugueses venzan algunos tradicionales recelos hacia España. Los nuevos gobernantes de Portugal pretenden estrechar sus vínculos con Madrid e impulsar una nueva etapa con la cumbre bilateral de la próxima semana."Los dos países hemos vivido mucho tiempo de espaldas y ahora comenzamos a conocernos más profundamente", declaraba recientemente Jorge Sampaio. "España tiene que recordar que en el extremo atlántico hay un país con su propia identidad que, no puede ser tratado como una cosa lejana, sin importancia. Tenemos que hacer posible que el buen clima entre los dos países se consolide".
"Hemos tenido una cierta fama de arrogantes", afirma un diplomático español, "pero la situación está cambiando favorablemente para ambos; las relaciones son inmejorables, a pesar de los contenciosos que tenemos pendientes". Este diplomático precisa que, "sin duda, el problema de la distribución de las aguas de los ríos comunes y la pesca ocuparán un lugar destacado en' las futuras relaciones". La distribución del agua preocupa significativamente a los gobernantes portugueses y a su opinión pública. Ambos asuntos figuran en la agenda de la cumbre bilateral que reunirá la próxima semana en Madrid a Felipe González y Antonio Guterres.
El problema del agua está permanentemente presente cuando se habla de España. El programa electoral del Partido Socialista portugués se hace expresamente eco de ese viejo litigio y subraya la necesidad de reimpulsar las relaciones bilaterales que el nuevo Ejecutivo pretende "desarrollar en un marco generador de confianza que madure el clima de entendimiento tradicional".
Sampaio ha reconocido que el problema del agua marcará las relaciones entre los dos países. "Me parece que la aventura europea ha sido particularmente positiva para ambos, pero tenemos problemas bilaterales muy complejos y esto requiere una gran autoridad para su resolucíón".
El ministro de Asuntos Exteriores portugués, Jaime Gama, señala que. los dos países "están actualmente negociando un convenio que regulará ese asunto a la luz de los principios que han sido adoptados internacionalmente y que los dos Estados suscriben. Espero que la cumbre bilateral de la próxima semana impulse considerablemente esas negociaciones".
Pesca
La pesca constituye el segundo gran problema que se pretende solucionar de forma rápida y favorable para ambas partes. Gama explica que "los dos países intentan maximizar su capacidad negociadora, pero las negociaciones internacionales son más complejas que su formulación pública". Los medios de comunicación portugueses han resaltado recientemente que las cuotas de pesca marcadas por la Unión Europea han perjudicado notablemente a Portugal y han favorecido los intereses españoles, cuya flota es mucho mayor que la portuguesa.Sampaio ha manifestado que "la pesca será otro de los problemas. Nosotros no queremos dejar a nuestra gente sin empleo. Entendemos perfectamente los problemas y las reivindicaciones españolas, pero no podernos concebir que todo esto sea completamente avasallador. Tienen que compartirse los problemas".
El ministro de Asuntos Exteriores portugués confía en que los intereses de los dos países puedan compatibilizarse. "La vida moderna", dice, "provoca una competencia económica cada vez más agresiva. Es algo cotidiano en las relaciones intra y extracomunitarias. Nosotros debemos organizarnos empresarialmente para ser más dinámicos en los mercados exteriores. Al mismo tiempo, las administraciones públicas tendrán que coordinarse mejor con el mismo sentido de competitividad y en defensa de los intereses nacionales, como otros países".
Los dos países tienen pendientes proyectos comunes que serán acometidos durante la legislatura de Guterres. "Existen varios proyectos de cooperación interregional" "Está pendiente la construcción de una nueva autopista para unir España con Oporto y existen importantes negociaciones entre empresas hoteleras", señalan fuentes diplomáticas españolas.
Las relaciones comerciales son cada vez más intensas y fuentes diplomáticas portuguesas destacan que "con la abolición de las fronteras serán reforzadas considerablemente. A pesar de que España es un país mayor que Portugal, la integración europea y las relaciones bilaterales permitirán a ambos una modernización de sus economías y concretar varios proyectos de infraestructuras significtivos".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.