Sida y patentes: una explicación.

Declarándose su autor enfermo de sida, el pasado día 6 se publicó aqui una incisiva carta titulada ¿Hay alguien que lo explique?, donde se plantea la cuestión de la disponibilidad y precio de los medicamentos contra el sida en España en conexión con el sistema de patentes. El autor de la carta dice que el mejor tratamiento conocido es la combinación de 3TC (inventado por Glaxo) y AZT (inventado por Wellcome). Probablemente esto sea cierto y haya influido en la reciente fusión de ambas empresas. Dice también que Glaxo tiene bloqueada la distribución de 3TC en España por motivo desconocido, sugiriendo como tal la falta de acuerdo Gobierno-empresa sobre el precio.Es verdad que, a diferencia de la mayoría de los sectores industriales, las invenciones farmacéuticas han de ponerse en el mercado con autorización administrativa y a un precio acordado. Pero en la negociación con la Administración la empresa sólo puede usar su patente para impedir que otras empresas comercialicen el producto sin su consentimiento (el Gobierno podría expropiarle la patente, pero eso sólo pasa en temas militares o de industria nuclear).

Se comprende la carga emotiva que acompaña a estas enfermedades. Pero no se es justo con el sistema de patentes cuando se dice que, lo "disfrutan los laboratorios farmacéuticos, permitiéndoles especular con el valor de sustancias que pueden ser indispensables para la vida de las personas". En realidad, el sistema de patentes lo disfrutan (o padecen, según los casos) todo tipo de empresas. Y mediante él no se especula, en sentido peyorativo, sino que se negocia para intentar recuperar la inversión en investigación y desarrollo I+ D). Así pues, quiero explicar que, dado que estamos en una economía de mercado y la I + D farmacéutica está básicamente en manos privadas, si no hubiese existido el sistema de patentes seguramente no habrían sido inventados ni el AZT, ni el 3TC, ni el remedio definitivo que esperamos se invente pronto.- Profesor de Patentes en la Universidad de .