Marín prevé una zona de libre comercio entre la UE y Mercosur en el año 2005

La Unión Europea (UE) dio ayer un paso en su acercamiento al Cono Sur de América Latina y expresó su voluntad de continuar avanzando hasta establecer una zona de libre comercio con Mercosur en el año 2005. Manuel Marín, el vicepresidente de la Comisión Europea y uno de los principales artífices del acuerdo entre la UE y los cuatro países iberoamericanos que integran Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), hizo esta profesión de fe horas antes de que se firmase el ambicioso proyecto.

El marco elegido para la firma fue el más solemne de Madrid, el Palacio Real. Allí se dieron cita la familia real, encabezada por don Juan Carlos; los 15 líderes europeos; el presidente de la Comisión Europea, Jacques Santer, y los jefes de Estado de tres de los cuatro países de Mercosur. El uruguayo Julio María Sanguinetti, que preside la organización, el argentino Carlos Menem y el paraguayo Juan Carlos Wasmosy. El brasileño Fernando Henrique Cardoso, que se encuentra en China, viajará la semana próxima a la capital española para rubrircarlo.La firma del Acuerdo Interregional entre Mercosur y la UE dio lugar a una cascada de discursos antes del almuerzo que ofreció el monarca en el comedor de gala. Felipe González, presidente del Gobierno español, resaltó que "nunca hasta hoy" se había establecido una relación igual, y Sanguinetti le contestó resaltando que el acuerdo constituye "una apuesta al futuro en este mundo que ha cambiado tan rápido y para bien".

Bruselas tomó la iniciativa en 1994 de ofrecer al incipiente Mercosur concluir este acuerdo. Temía entonces que Estados Unidos repitiese a marchas forzadas en todo el continente americano el Tratado de Libre Comercio que acababa de entrar en vigor con México y Canadá. Washington ni tuvo ni tiene ninguna prisa, pero la UE siguió negociando con una región del mundo en la que es el primer inversor extranjero y a la que proporciona las tres cuartas partes de la ayuda al desarrollo que recibe.

El acuerdo marco de ayer supone un apoyo a esa organización regional, a la que se debería sumar Bolivia; establece un diálogo político entre la UE y Mercosur, y prevé una progresiva liberalización comercial. Marín, que no pronunció ningún discurso, no resistió la tentación de explicar nuevamente su obra en una rueda de prensa en la que vaticinó que en el 2005 se lograría crear una zona de libre comercio entre ambos bloques.

"El trabajo es enorme, extraordinario e inmenso, pero lo conseguiremos", afirmó Marín entusiasmándose ante el reto. El gran problema es que las reglas de la Organización Mundial de Comercio no autorizan a que se concluya, un acuerdo de libre cambio sin que se incluya al sector agrícola, que la UE superprotege. Marín restó importancia al escollo al señalar que los productos agrícolas sólo representan el 14% de los intercambios entre la Unión y el Cono Sur. Pero Mercosur exporta esencialmente cereales, carne y lácteos, todos ellos productos archisensibles para la UE.

El almuerzo en el Palacio Real fue aprovechado por Menem y el primer ministro británico, John Major, para charlar brevemente. El jefe de Estado argentino confirmó después que su canciller, Guido di Tella, viajará a Londres en febrero para afianzar la cooperación entre los dos países sobre las Malvinas, las islas británicas del Atlántico sur que Argentina reivindica.

España ha sido con frecuencia escenario de los pequeños pasos de reconciliación entre Londres y Buenos Aires, que estuvieron en guerra por las Malvinas en 1982. Durante la primera presidencia española de la UE, en 1.989, el entonces secretario del Foreign Office, Geoffrey Howe, dio, por primera vez la mano a un ministro argentino, Domingo Cavallo, que participó en un encuentro entre el llamado Grupo de Río y la Comunidad Europea.