La Cumbre Humanitaria exige "voluntad política" para solucionar los conflictos
La flor y nata de la ayuda mundial pide en Madrid "respuesta inmediata" a las crisis
La Cumbre Humanitaria, organizada ayer en Madrid por la Comisión de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea, presidida por Emma Bonino, concluyó con una declaración en la que se hace un llamamiento para "un sistema global de prevención proactiva de crisis" y en favor de "Ia ayuda al desarrollo", al tiempo que se pide a los Gobiernos "voluntad política" para solucionar los conflictos, cuyas consecuencias se traducen en 50 millones de refugiados que han perdido su hogar y en la persistencia del hambre. "Tenemos una obligación con el futuro", dijo Bonino.
La UE basa la Cumbre en "la creciente frustración que sienten los organismos humanitarios ante el hecho de que su trabajo se está empleando como sustitutivo de la actuación política". La declaración final, al hablar de "prevención proactiva de crisis", concreta: "Se necesita decisión y voluntad política para hacer frente a las causas directas e indirectas de los conflictos y otras emergencias humanitarias. Una alerta rápida debe conducir a una respuesta inmediata".El documento de la Cumbre -que fue clausurada por la Reina, y que recibió el apoyo de una declaración de Hillary Clinton y una mención del Papa- fue entregado por Emma Bonino a Felipe González, para que éste, como presidente de la UE, lo transmita a la Cumbre Europea de Jefes de Estado y de Gobierno que hoy comienza en Madrid.
Los firmantes son la flor y nata de la ayuda humanitaria internacional: Brian Atwood, administrador de la Ayuda de Estados Unidos (USAID); Carol Bellamy, directora del Programa Mundial de Alimentos (PMA); Agostinho Jardim, presidente del Comité de Enlace Europeo de Organizaciones No Gubernamentales (CLONG); Peter Hansen, secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU; Sadako Ogata, alta comisionada de la ONU para los Refugiados (ACNUR); María Schopper, presidenta de Médicos sin Fronteras (MSF); Cornelio Sommaruga, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja; Julia Taft, presidenta de InterAction; y la propia Bonino.
Implicar a los políticos
Los debates fueron a puerta cerrada, pero sus consecuencias, por la importancia de los reunidos, se notarán pronto. "No podemos permitimos no estar de acuerdo en lo fundamental", dijo en rueda de prensa Bonino, que ha logrado que la Cumbre implique a los Gobiernos en la solución real de unos conflictos en los que las organizaciones humanitarias desempeñan un papel paliativo. Ese punto de vista fue expuesto por Sadako Ogata, de ACNUR: "Nosotros hemos trabajado cuatro años en Bosnia, hasta no poder hacer más. Al menos hemos evitado que la tragedia humana fuese aún mayor. Son los políticos quienes pueden traer la paz".
Cada vez más las víctimas de las guerras son población civil. Según la Cruz Roja, en países como Angola -donde cada día estallan por doquier minas antipersonales- se calculan 15 muertos civiles por cada soldado fallecido. En las guerras de hoy, violaciones y sevicias golpean a personas desarmadas. La declaración de la Cumbre señala: "Todas las partes en conflicto han de ser consideradas responsables. Los Tribunales Internacionales sobre crímenes de guerra en la antigua Yugoslavia y Ruanda deben poder ejecutar sus mandatos, y debe establecerse un Tribunal Internacional Permanente de Crímenes de Guerra". "Los Gobiernos", dice Cornelio Sommaruga (Cruz Roja) deben respetar y hacer respetar la Convención de Ginebra". La Cumbre recordó "crisis olvidadas" como Liberia, Afganistán, norte de Iraq -ninguna mención a los 560.000 niños muertos en el país, según la ONU, como fruto del embargo internacional- o Sudán.
Ruanda y Burundi estuvieron en muchas bocas. "Ruanda ha expulsado a 38 de 100 ONG", dice Bonino, "pero lo preocupante son los criterios que guían las expulsiones". Aunque Bonino no lo aclaró, la medida se ha tomado básicamente contra ONG que Ruanda considera ligadas a Francia, a la que sotto voce achaca el genocidio centroafricano. "En esos países", pidió Maria Schopper, de MSF, una de las ONG expulsadas, "hacen falta actuaciones políticas firmes, tipo Yugoslavia".
La Cumbre llama a "una campaña global contra el hambre, que ya afecta a uno de cada siete habitantes de la Tierra". "El próximo noviembre", dice Catherine Bertini, del PMA, "la Cumbre Alimentaria Mundial afrontará ese estado de cosas". Bonino destacó también el hincapié de la Cumbre en ver a las mujeres "como medio más eficaz de que la ayuda llegue a los más vulnerables".
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