La cuarta prueba nuclear francesa provoca protestas en todo el mundo

El cuarto ensayo nuclear francés, realizado el martes a las 22.30 (hora española) en el atolón polinésico de Mururoa, generó nuevas protestas internacionales. El malestar fue especialmente notable en la Unión Europea (UE), dónde los Gobiernos de Dinamarca, Suecia y Bélgica reiteraron su oposición a las pruebas atómicas de sus socios franceses. El grupo socialista del Europarlamento se sumó a las protestas.El programa, de pruebas nucleares anunciado en junio por el presidente Jacques Chirac ha provocado ya serias disensiones entre Francia y el resto de la UE, diez de cuyos miembros votaron la semana pasada en la ONU a favor de una resolución que condenaba las explosiones. De entre los europeos, sólo el Reino Unido votó contra la resolución, mientras Alemania, España y Grecia se abstuvieron. Chirac se mostró indignado por la "falta de solidaridad" de sus aliados.

Numerosos países asiáticos y del Pacífico, (Japón, Nueva Zelanda, Australia, Corea del Sur, Malasia y Filipinas, entre otros) expresaron asimismo, tras la nueva explosión, su malestar por el desprecio demostrado por Francia hacia las poblaciones del Pacífico sur", en palabras del primer ministro aultraliano, Paul Keating. Estados Unidos deplora también el ensayo.

La organización ecologista internacional Greenpeace llevó a cabo manifestaciones de protesta en Copenhague y e la frontera francio-ltaliana, y se declaró "escandalizada" por la reincidencia francesa El cuarto ensayo, de una potencia cercana a los 40 kilotones (dos veces la bomba atómica de Hiroshima), tuvo como finalidad acumular experiencia para acceder a los ensayos en laboratorio, después de la firma de un tratado de prohibición de pruebas reales prevista para el año próximo.