Solana será candidato a la OTAN si logra un claro apoyo de EE UU
El Gobierno español sólo presentará a su ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, cómo candidato a la secretaría general de la OTAN si su nombre recibe un apoyo previo, expreso y directo -sea o no público- de Washington "dé muy alto nivel"5 según fuentes diplomáticas. A la espera de este respaldo, la eventual candidatura del español se abre paso por minutos. Dinamarca anunció ayer que no impedirá un consenso en torno a Solana.
El presidente Felipe González afirmó ayer en Bruselas que el "consenso" de todos los socios era un prerrequisito para que Solana opte a la OTAN. Dejó así claro que sin un compromiso previo de alto nivel por parte de Washington no moverá pieza, según explican fuentes gubernamentales.Los elogios a Solana del portavoz del Departamento de Estado norteamericano son consideradas como muy positivos por el Gobierno español pero insuficientes. Se espera que el secretario de Estado, Warren Christopher, se moje personalmente para no arriesgarse a correr la misma suerte que el ex primer ministro holandés, Ruud Lubbers, vetado a última hora por Washington.
Fuentes españolas y de la Alianza coincidieron ayer en manifestar a este diario su convicción de que "ninguno de los socios europeos pondría obstáculos al español, lo que vino a ser ratificado por la posición danesa. El ministro danés de Exteriores, Niels Helveg Petersen, aseguró que su país no bloqueará ningún consenso aunque Copenhague mantiene, por ahora, la candidatura del ex ministro Uffe Ellemann-Jensen.
Los norteamericanos fueron los primeros que barajaron el nombre de Solana como "candidato de compromiso" y, no habiendo obstáculo europeo, la decisión sólo se tomaría si Washington ratifica, plenamente ahora que piensa apostar por él. EE UU no es sólo el principal socio de la OTAN, sino que además ha acrecentado su hegemonía en ella, pues ha consolidado "la ventaja tencológico-armamentista desde la guerra del Golfo", ya que los europeos han disminuido sus inversiones militares.
Pero la diplomacia norteamericana estuvo hasta ayer tarde exclusivamente concentrada en el proceso de paz de Bosnia. Y algunos calculan que estará "hibernada" desde el jueves (fiesta del Día de Acción de Gracias) hasta el próximo lunes. Así, la cuestión podría dilucidarse entre la semana próxima y la cumbre euroatlántica de Madrid (el 2 y 3 de diciembre), donde Bill Clinton y Felipe González deben firmar la Nueva Agenda Transatlántica. Ello daría tiempo a que las reuniones ministeriales de diciembre de la OTAN ratificasen la decisión.
En la sede de la Alianza Atlántida, el grueso del aparato administrativo cruza apuestas en favor de Solana y de que se postule con urgencia. Por dos razones. Una de política exterior: "¿Qué credibilidad tiene el compromiso de la OTAN para desplegar la fuerza de imposición de la paz, si es incapaz de elegir a su propio jefe?", se interrogan altos funcionarios. La segunda razón es de índole interno: "Si esta candidatura no llega a puerto, ahondará la crisis euro-norteamericana abierta con el veto a Lubbers, y devaluará la Secretaría General, a la que sólo aspirarán políticos de segunda fila", subrayan las mismas fuentes.
Expertos en seguridad y defensa consideran que "el mandato del nuevo secretario general es el más importante de toda la reciente historia" de la organización, con cuatro tareas de primera fila en el horizonte inmediato como son la imposición de la paz en Bosnia, la operación militar aliada de más envergadura; la gestión de la ampliación de la OTAN, al Este; el tratamiento a dar a la Rusia de la postguerra fría y la plena integración de Francia en las estructuras de la Alianza Atlántica.
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