Barcelona exhibe los inicios de Picasso
Una exposición refleja la relación del pintor con el modernismo
La relación de Picasso y Barcelona fue corta, pero intensa. En cualquier caso, fundamental en la evolución inicial del artista, que encontró en esta ciudad el ambiente cosmopolita y de vanguardia adecuado a su carácter inquieto. El Museo Picasso de Barcelona inauguró ayer una exposición que, con el título Picasso y Els Quatre Gats, presenta unas 220 obras que reflejan la relación del artista con el mundo cultural catalán de principios de siglo, en especial con el grupo de intelectuales que frecuentaban la cervecería Els Quatre Gats.
La exposición, cuya comisaria es María Teresa Ocaña, directora del Museo Picasso de Barcelona, abarca desde 1899, año en que el artista comienza a frecuentar el local, hasta 1904, cuándo decide instalarse definitivamente en París. Dividida en seis ámbitos, la exposición presenta de forma. cronológica la evolución del joven Picasso desde sus primeros coqueteos con el arte modernista hasta los dibujos y pinturas de la época azul. "Es difícil afirmarlo, pero seguramente sin su estancia en Barcelona la trayectoria de Picasso no hubiera sido la que fue o, al menos, no habría sido tan rápida", indicó ayer Ocaña, que destacó no sólo el contacto que el artista mantuvo con el ambiente cultural vanguardista del momento, sino también la influencia que éste tuvo en la decisión de Picasso de trasladarse a París. "Era algo que flotaba en el ambiente en Barcelona; todos querían ir a París y se estaba muy pendiente de lo que pasaba allí", añadió Ocaña.Con todo, Pablo Ruiz Picasso ya tenia madera de genio y, además, de genio precoz. La rapidez con Ja que quemaba etapas era apabullante, y su virtuosismo le permitió asimilar las novedades de la época con una facilidad admirable. En 1897 exponía un cuadro totalmente. academicista y conservador, Ciencia y caridad, y 10 años más tarde revolucionaba el mundo del arte con un cuadro en el que inmortalizó a las prostitutas de un burdel de la barcelonesa calle de Avinyó: Les demoiselles dAvingon. Entre uno y otro cuadro, el artista sufrió una profunda evolución de la que no eran ajenos ni el ambiente barcelonés ni el parisiense.
Picasso llegó a Barcelona en 1895, con 14 años, ya que su padre, José Ruiz Blasco, había conseguido la cátedra de dibujo de la, Escuela de Bellas de La Lonja. Durante sus primeros años de estancia en Barcelona, estaba todavía muy influido por las ideas conservadoras y académicas de su padre. Por ejemplo, aquel mismo año de 1897 en que su padre posaba paría él para Ciencia y caridad, se abría en Barcelona la cervecería Els Quatre Gats, el local más bohemio y vanguardista de la época, fundado, entre otros, por Pere Romeu, Miquel Utrillo y Ramon Casas. En este espacio se celebraron, hasta su cierre en 1903, exposiciones, conciertos, representaciones teatrales y tertulias literarias.Picasso empezó a frecuentarlo en 1899, después de pasar una temporada en Madrid y otra Horta de Sant Joan, en las. que ya había comenzado su rechazo al academicismo imperante. En EIS Quatre Gats encontró un" ambiente cosmopolita y conoció a algunos de los amigos que marearon su juventud, como Carles Casagemas, Andrés y Mateu Fernández de Soto, Manuel Pallarés, Ramon Raventós o Jaume Sabartés. Eran los jóvenes del local y los protagonistas de la primera exposición individual de Picasso, presentada en enero del año 1900 en la misma cervecería.
Al parecer, la realizó impulsado por sus amigos, que veían en esta exposición una provocación a las figuras del modernismo. Picasso imitaba en cierta manera, aunque con notables diferencias, el estilo de dibujo de Ramon Casas, que pocos meses antes había celebrado una exposición de retratos en la Sala Parés de Barcelona. De todas formas, Picasso fue aceptado rápidamente en el cenáculo artístico de la cervecería y en poco tiempo fue considerado una joven promesa que se codeaba con las grandes figuras, a las que no tardó mucho en superar.
Inéditos
Los dibujos y pinturas que presenta ahora el Museo Picasso proceden en parte de sus propios fondos y en un amplio porcentaje de museos y colecciones privadas de todo el mundo. En algunos casos, como la serie de dibujos procedentes del Metropolitan Museum de Nueva York, no se habían exhibido nunca hasta ahora en España. La exposición se complementará, a partir del 30 de noviembre, con otra exhibición en el Museo de Arte Moderno de Barcelona dedicada a los dibujos de Ramon Casas, que permite ver la influencia que este artista tuvo sobre el joven Picasso.
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