La ONG de Semprún, forzada a abandonar Ruanda

La ONG Acción Internacional contra el Hambre (AICF), que preside el escritor Jorge Semprún, ha abandonado, Ruanda por las "presiones del Gobierno ruandés". Veintidós miembros de la ONG han ido evacuando el país. Ayer, tras una última reunión sin acuerdo con el Gobierno, sólo quedaba un representante de AICF en la capital, Kigali, pero su salida de Ruanda es inminente."El Gobierno del Frente Patriótico Ruandés (FPR)", dice Pablo Alcalde, portavoz de AICF en España, "ha ido deslizándose hacia posturas intolerantes. En un principio se esforzó por intentar poner las bases de un sistema democrático, después de las matanzas y del éxodo de la población provocado por las matanzas de tutsis y hutus. Pero la comunidad internacional bloqueó la ayuda, y el Gobierno ha ido radicalizándose.

La situación se deterioró para AICF en abril pasado, tras la matanza perpetrada por fuerzas gubernamentales en el campo de refugiados de Kibeho, al sur del país, donde se habían atrincherado grupos radicales hutus responsables de las matanzas que ocasionaron la tragedia ruandesa.

"El FPR impidió a AICF seguir en el sur", dice Alcalde, "porque éramos testigos incómodos de cómo se había dispersado a la población. Querían ceñirnos a Kigali".

AICF acaba de terminar un informe sobre nutrición en Kigali que refleja una situación "no alarmante". "Por eso es más grave que el Gobierno sólo nos permita trabajar donde menos falta hace y nos impida continuar donde más necesaria es la labor alimentaria, agrícola o hidráulica". AICF declara su voluntad de seguir presente. en los campos de refugiados ruandeses en Burundi y Tanzania.

Otras organizaciones

Otras ONG no han encontrado hasta ahora obstáculos graves. Médicos sin Fronteras (MSF)" que también trabaja en Ruanda, no ha tenido dificultades con el Gobierno. "Estoy a punto de salir para Kigali, con toda normalidad", dice Graciela Díaz, responsable de MSF para Ruanda.

Medicus Mundi de Navarra tiene en marcha un proyecto de hospital en Nemba, al norte, y cinco centros de salud en el centro. "No tenemos problemas, aunque la verdad es que el Gobierno carece aún de una política sanitaria definida", dice Miguel Ángel Argal, que acaba de volver de Ruanda. "Llevamos 30 años allí y nos han renovado la inscripción el pasado marzo".