La Unión Europea pidió a Cuba que modifique su código penal para excarcelar a 500 presos políticos

La Unión Europea (UE), primer socio comercial, inversor y donante de ayuda a Cuba, debe acompañar las reformas en curso en la isla con un acuerdo de cooperación, según preconiza la troika comunitaria en el informe sobre su viaje a La Habana que ayer remitió a los Quince. Encabezada por el director de Iberoamérica, el español Yago Pico de Coaña, la delegación europea no arrancó ninguna promesa de apertura política a las autoridades cubanas que sí tomaron nota de la petición de la UE de que revisen el código penal que ha permitido el encarcelamiento de unos 500 presos políticos.Integrada por altos funcionarios de España, Francia, Italia y de la Comisión Europea, la primera troika que visita La Habana se entrevistó, del lunes al viernes pasados, con el presidente Fidel Castro, el vicepresidente Carlos Lage y un sinfin de ministros, así como con el cardenal Jaime Ortega y con siete conocidos disidentes: Elisardo Sánchez, Osvaldo Payá, Félix Bonet, Marta Beatriz Roque, Gustavo Arcos, René Gómez Manzano y Bladimiro Roca. "Hace tan sólo dos años hubiese sido imposible que nos dejasen acceder a ellos", comentó un diplomático.

La delegación acudió a La Habana, a instancias del Consejo de Ministros de la UE, para evaluar si convenía ofrecer a Cuba un acuerdo de cooperación como el vigente con todos los demás países de Latinoamérica. Mañana habrá un primer debate sobre el informe de la troika en el grupo de trabajo sobre América Latina y los jefes de la diplomacia de los Quince retomarán la discusión el 4 de diciembre en Bruselas.

Derechos humanos

En las conclusiones de su informe, Pico de Coaña señala que las reformas económicas van por buen camino y, en materia política, hay indicios nada desdeñables que apuntan hacia un mayor respeto de los derechos humanos, pero son aún insuficientes. Entre estos síntomas figuran la ratificación del convenio de la ONU sobre la tortura, la aceptación de visitas de organizaciones de derechos humanos, la mejora de las relaciones con la Iglesia y una próxima modificación legislativa que permitirá a los exiliados recuperar su nacionalidad.

Los huéspedes comunitarios solicitaron a sus anfitriones que dieran un paso adicional suprimiendo 18 artículos del código penal (del 72 al 89) que recogen, entre otros, los delitos de propaganda enemiga y peligrosidad social que han servido de base legal para condenar a unos 500 opositores al régimen. Los cubanos se limitaron a tomar nota, pero, según un diplomático, nunca responden a la primera petición por miedo a que parezca una imposición, aunque después reaccionan positivamente".

Alentados por sus recientes éxitos, los responsables cubanos fueron más explícitos sobre sus proyectos de liberalización económica. El producto nacional bruto cubano cayó un 35% desde 1989, pero ahora vislumbran la recuperación con un crecimiento previsible, este año, del 2,5% y de un 3% en 1996, mientras la zafra pasará de 3,3 millones de toneladas de azúcar a cerca de 5 millones. Los trabajadores por cuenta propia aumentarán de 210.000 en la actualidad hasta el medio millón dentro de 12 meses.

La buena racha económica es achacable a las 16 reformas económicas introducidas desde agosto de 1993, que serán ampliadas en breve. "Le han cogido gusto a estas reformas y van a seguir adelante", recalca un miembro no español de la troika.

De todas las conversaciones mantenidas en La Habana, la menos política fue, paradójicamente, el almuerzo que celebraron con Castro. El comandante les habló de sus viajes a España, del pulpo y de la empanada gallega, y preguntó por el "muchacho", como suele llamar cariñosamente al Rey.