Las catedrales buscan 10.000 millones al año

Las catedrales son cátedras del obispo, símbolo de las ciudades, patrimonio de la humanidad y "bienes económicos de naturaleza productiva". Un nuevo análisis de la financiación de las catedrales, del economista Fernando Moreno de Barreda, plantea la rentabilidad de las 83 catedrales españolas y la participación financiera en los recursos que generan por el turismo cultural. Un avance del Libro Blanco de las catedrales, por encargo de la Conferencia Episcopal, cifra en 10.000 millones de pesetas anuales el presupuesto para restaurar y mantener el patrimonio catedralicio.

La asociación Hispania Nostra, que se ocupa de la defensa del patrimonio cultural y su entorno, ha dedicado su última reunión de asociaciones, celebrada en Burgos, a los problemas actuales del patrimonio cultural de la Iglesia. En este contexto, Fernando Moreno de Barreda, economista y miembro de la junta directiva de Hispania Nostra, presentó una comunicación sobre la financiación de las catedrales."Hay que cuantificar los beneficios que generan las catedrales y hacer que retornen en parte; poner de relieve el peso acreedor de la catedral respecto a la sociedad", dice Moreno de Barreda. Ante la falta de estudios concretos sobre el papel económico de este patrimonio en las ciudades, propone que se haga un estudio sobre el terreno de dos casos extremos: un monumento de atracción masiva y la catedral de Tarazona, que lleva 15 años cerrada.

A la situación "muy grave" de las catedrales, por la intensificación del turismo y la contaminación ambiental, se une la insuficiencia de los recursos económicos disponibles, por la falta de rentas propias de los cabildos, la insuficiencia de ayudas públicas y la "falta de conciencia social y económica de la población y sobre todo de los grupos más beneficiados por las catedrales".

Moreno de Barreda señala que estos monumentos hay que considerarlos "bienes de naturaleza productiva, generadores de recursos económicos, que no son percibidos por los cabildos, sino por las personas y empresas que realizan sus negocios a la sombra de la catedral, así como el Estado, que percibe los impuestos de los beneficios obtenidos". Propone elaborar un análisis económico que, a partir de una estimación cuantitativa del volumen de ingresos a favor de terceros, determine qué parte de estos recursos debiera ser retornada para atender los gastos de conservación y mantenimiento.

Turismo cultural

Hacienda y algunas comunidades autónomas quieren tener estadísticas de la influencia del patrimonio monumental, y las catedrales en concreto, sobre el turismo cultural. En grandes cifras, la aportación del sector turístico al producto interior bruto (PIB) es de un 10% y dentro de este sector el conjunto del patrimonio histórico artístico representa una cuarta parte. Si el PIB de 1993 fue de 61 billones de pesetas, significa 1,5 billones de pesetas.El director general de Bellas Artes, del Ministerio de Cultura, Jesús Viñuales, señala que "la inversión en cultura produce una rentabilidad económica" que en países como Francia e Italia han calculado que se multiplica por tres o por cuatro. "Hay que conservar el patrimonio con una funcionalidad nueva, con actividades que aumenten el turismo cultural y con un mayor compromiso por parte de los que se benefician. Con las catedrales se benefician las ciudades y es lógica una mayor aportación de los ayuntamientos". Francia e Italia dedican un billón de pesetas al patrimonio y España, 250.000 millones.

Un ejemplo que se analiza en los congresos internacionales de turismo son los efectos económicos que supuso el proyecto de Las Edades del Hombre, una iniciativa de José Velicia apoyada por las 11 diócesis de Castilla y León, Caja Salamanca y Soria y la Junta, cuya última exposición se celebra hasta el 11 de diciembre en la catedral de Amberes. Las cuatro muestras en las catedrales de Valladolid, Burgos, León y Salamanca, entre 1988 y 1994, registraron 3.833.000 visitantes y una venta de 114.000 catálogos. Los comerciantes de las cuatro ciudades han estimado en 50.000 millones de pesetas el incremento del comercio durante la permanencia de la exposición, "una cifra prudente" según Antonio Delgado, subdirector general de Caja Salamanca y Soria, que ha aportado al proyecto 318,3 millones de pesetas. "Esta región alberga la mitad de todo el patrimonio y no tenemos playas para los turistas. El patrimonio es una fuente fundamental, junto con el medio ambiente y la gastronomía", declara.

"Vivas y bellas"

"Es de justicia que reviertan algunos beneficios que generan las catedrales para su conservación y mantenimiento", dice Ángel Sancho, secretario técnico del Patrimonio, Cultural de la Iglesia. Señala que la Iglesia aporta 20.000 millones a su patrimonio -proporcionados por los fieles y presupuestos de cabildos-, de los que 4.000 van a las catedrales. "Son cifras notables. Las catedrales, al servicio de la sociedad, son más vivas y bellas cuanto mejor cumplan sus propios fines". El Ministerio de Cultura aporta unos setecientos millones al año en su conservación.Las 83 catedrales españolas necesitan 18.000 millones de pesetas al año, aunque con 10.000 millones se pueden asegurar sus programas, según datos del arquitecto Carlos Clemente, conservador de la catedral de Palencia y coordinador del Libro Blanco por encargo de la Conferencia Episcopal. "El estudio va a ofrecer las necesidades, reales de las catedrales, con datos de los costes y beneficios que generan". También va a aportar una mejor gestión y coordinación para establecer convenios entre instituciones. Clemente es partidario de que la Iglesia se ocupe del mantenimiento y las demás instituciones de la conservación extraordinaria.

Recitales y conciertos benéficos, botellas de vino y otras iniciativas tienen la misma finalidad. El Banco Bilbao Vizcaya (BBV) abre con 200 millones una Cuenta catedrales hasta el próximo año, que recibe "pequeñas pero numerosas aportaciones" -una empresa de andamios ofrece servicios gratis hasta 30 millones-, con desgravaciones fiscales.

El lenguaje económico ha entrado en los cabildos desde que las catedrales se consideran "bienes económicos de naturaleza productiva".