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LA SITUACIÓN EN LOS BALCANES

Clinton da la bienvenida a la "mejor oportunidad para acabar la guerra desde que comenzó"

Antonio Caño

Hoy se abre en una remota base militar de Ohio lo que el presidente Bill Clinton ha llamado La última esperanza de paz en Bosnia". Con el ambiente envenenado por el descubrimiento de las matanzas perpetradas por los serbios hace tan sólo tres meses, los presidentes de Serbia, Bosnia y Croacia intentarán en el plazo aproximado de 15 días un acuerdo sobre el plan de paz que ya han elaborado conjuntamente Estados Unidos y sus socios del Grupo de Contacto. "Sólo las partes involucradas en este terrible conflicto pueden ahora ponerle fin", dijo ayer el presidente Clinton.

"El mundo mira hacia ellos para ver si pueden transformar el horror de la guerra en una promesa de paz. El mundo entero está observando", añadió ayer el mandatario estadounidense para llamar la atención de los protagonistas sobre la trascendencia de las conversaciones que se inician en las proximidades de la ciudad de Dayton."Hemos llegado a un momento decisivo en Bosnia", manifestó el presidente norteamericano. "Esta es", añadió, "la mejor oportunidad de paz que hemos tenido desde el comienzo de la guerra. Puede ser también la última oportunidad en mucho tiempo. No podemos detenemos ahora".

Excepto esa determinación y una cierta convicción de que la guerra se acaba por el propio agotamiento de los contendientes, todos los demás factores parecen actuar en contra de un acuerdo. Horas antes del inicio de las conversaciones, el ministro bosnio de Relaciones Exteriores, Muhamed Sacirbey, acusó directamente al Gobierno de Serbia de la matanza de más de 5.000 musulmanes el verano pasado en la ciudad de Srebrenica. "Después de lo que hemos sabido en los últimos días y de lo que hemos aprendido en la guerra en 1992 y 1993 está claro que los líderes de Serbia son parte de un sistema diseñado para matar musulmanes", declaró.

El Gobierno bosnio ha conseguido que el principal dirigente de los serbobosnios, Radovan Karadzic, no tome parte en las negociaciones. Pero Sacirbey se quejó ayer de que forme parte de la delegación serbia otro líder de esa comunidad, Momcilo Krajisnik, que está acusado de promover una política de exterminio contra los musulmanes.

El anfitrión de la conferencia y el principal promotor de este plan de paz, Estados Unidos, también se sienta en la mesa en una posición incómoda. El lunes pasado, la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, aprobó una resolución que obligaría al presidente a solicitar aprobación parlamentaria para cualquier envío de tropas a Bosnia.

Prematura fuerza de paz

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Bill Clinton, que ha prometido contribuir con unos 20.000 hombres a la fuerza de paz que habrá que desplegar próximamente en los Balcanes, dijo ayer que todavía es "prematuro" definir cuál va a ser el proceso legislativo para la participación de tropas norteamericanas. "La atención en Dayton debe concentrarse en conseguir la paz. Sin paz no habrá nada que asegurar posteriormente", declaró el presidente.Bill Clinton insistió, no obstante, en que "si las partes consiguen un acuerdo, la OTAN tiene que ayudar a asegurarlo, y Estados Unidos, como líder de la OTAN, tiene que participar en ese esfuerzo". "No hay ningún sustituto para el liderazgo norteamericano", dijo.

La Administración estadounidense confía en que el ambiente de disciplina y sobriedad propio de la base aérea de Wright-Patterson contribuya a facilitar el diálogo. De momento, sin embargo, las tensiones entre las partes están tan acentuadas que se evitarán los contactos cara a cara.

[Los jefes civiles y militares de los secesionistas serbios de Croacia confirmaron ayer su rechazo al proyecto de acuerdo sobre Eslavonia oriental elaborado por EE UU y la ONU. La región es la única de Croacia todavía en poder de los rebeldes serbios y Zagreb busca su reintegración a la soberanía croata de grado o por fuerza. El negociador de los secesionistas, Milan Milanovic, dijo ayer que el plan "no garantiza que los 200.000 habitantes de la región puedan permanecer en el territorio y vivir en paz". Por otra parte, en Sanski Most -Bosnia occidental- se intercambiaron ayer más de 300 prisioneros bosnios por 135 serbios.]

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