La nueva Biblioteca Cortázar recupera oda la obra del autor de 'Rayuela'
Un diario inédito y un conjunto de piezas de teatro inauguran la nueva colección
El inédito Diario de Andrés Fava y Adiós, Robinson y otras piezas breves son los dos primeros títulos de la Biblioteca Cortázar, una iniciativa de Alfaguara que se presenta esta misma semana y que tiene previsto llegar a los 24 títulos en tres años. El centro es Julio Cortázar, el autor de Rayuela, que falleció en París en 1984. "Después del éxito de los Cuentos completos, de los que hemos vendido más de 50.000 ejemplares en dos años, vimos que había un público joven ávido de leer a Cortázar y por eso lanzamos esta colección especial", comenta Juan Cruz, director literario de Alfaguara, editorial que inició en 1994, bajo el lema Hay que leer a Cortázar, una campaña de reivindicación del escritor.
La nueva biblioteca ha sido diseñada por Julio Silva, un pintor argentino residente en París que fue amigo de Cortázar."Escribir: sucedáneo, sublimación, sustitución... Ya es casi un lugar común, lo sabemos de sobra, es decir lo olvidamos escribe Julio Cortázar en Diario de Andrés Fava. Abundan en el libro las reflexiones sobre el arte de escribir , los juegos cortazarianos, los guiños literarios, el humor... Es el Cortázar más genuino, el que desembocará en el volumen Continuidad de los parques, en Historias de cronopios y defamas, y en la inolvidable Rayuela. Aunque el texto formaba parte de la novela El examen (publicada póstumamente en 1986), Cortázar prefirió desgajarlo y mantenerlo como un libro aparte.
Diario e ideario
"Es cierto que este diario figuraba en principio en El examen", comenta el escritor Saúl Yurkievich, albacea literario de Cortázar. "El libro, de todos modos, tiene. ese carácter de mosaico que le caracteriza en ocasiones. Aunque aparecen algunos personajes de El examen, no puede decirse que sea un libro de carácter narrativo, por lo que estoy seguro de que Cortázar fue añadiendo cosas. Es un diario, pero es también un ideario en el que explica su relación con la literatura".
Cortázar expone en el libro su gusto literario, habla de los textos que le inspiran y de los que rechaza. "Creo que su modelo en este caso era un libro que tuvo un gran auge en los años cincuenta, El sepulcro sin sosiego, de Cyril Connolly", opina Yurkievich.
"Delante de algunas gentes hay que hacerse el idiota para que no lo tomen a uno por idiota", escribe por ejemplo Cortázar. Califica de "lata que ya no se aguanta" el Sartor Resartus de Carlyle, elogia el jazz de Sidney Bechet ("me gusta como me gustan los calidoscopios y los cuadros de Utrillo"), comenta libros de Joyce y habla de "escribir la novela de la nada".
Textos teatrales
"El libro prefigura la personalidad del inconformista que fue Cortázar", señala Yurkievich. "Habla también de una generación frustrada, del oprimente Buenos Aires de los tiempos del peronismo".
Junto con Diario de Andrés Fava, Alfaguara publica Adiós, Robinson y otras piezas, un conjunto de textos teatrales muy poco conocidos del escritor argentino.
"Son textos anteriores a Los Reyes ", apunta Yurkievich. "Hay en ellos una ligazón clara con el teatro del absurdo y esto permite a Cortázar lucir su calidad inventiva. En Adiós, Robinson hay sin duda una opinión política, anticolonialista, mientras que en los textos restantes no hay nada que pueda calificarse de realismo. Son un ejercicio escénico de la fantasía y un intento de crear un teatro poético".
Adiós, Robinson, que Cortázar escribió para una emisión de radio, es un regreso del Robinson por excelencia, el de Defoe, y de su esclavo Viernes a los tiempos actuales, cuando la isla esta poblada por varios millones de habitantes, dispone de aeropuerto y ha visto crecer incontables rascacielos.
La pieza es una divertiva obra anticolonialista en la que Viernes acaba dando la vuelta a la tortilla y sentenciando: "No hay sitio para los náufragos de la historia, para los amos del polvo y el humo, para los herederos de la nada".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.