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España salva el último escollo para su plena integración en la política común pesquera

Xavier Vidal-Folch

El último escollo para la completa integración de España y Portugal en la política común de pesca (PCP) el próximo 1 de enero se salvó ayer. Los ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea (UE) acordaron un régimen común para controlar el esfuerzo pesquero, más suave que el sufrido hasta ahora, por las flotas ibéricas. Informalmente se han producido avances en la doble negociación con Marruecos -pesquera y de asociación-, hasta el punto de que la comisaria Emma Bonino y el ministro Luis Atienza mostraron esperanzas de que ambas puedan cerrarse el lunes.

Si justo antes de la Navidad pasada se logró el acceso de las flotas ibéricas a todas las aguas comunitarias y se establecieron las posibilidades de pesca y las cuotas, quedaba un último cabo suelto: un régimen de control del esfuerzo pesquero en aguas comunitarias común para todos.Los pescadores de la península Ibérica estaban aún sometidos a unos controles muy rígidos para pescar en aguas comunitarias que no fuera españolas o portuguesas: debían comunicar por radio, fax o teléfono la salida de puerto, la llegada al caladero, el inicio del trabajo, la salida del caladero y la llegada a puerto. El resto de países carecía de control. Y ahora había que armonizar la situación. Todos los barcos de todos los países con más de 15 metros de eslora que pescan especies demersales (a profundidad) en todas las aguas (incluso las propias) estarán sometidos al mismo control que los españoles. Pero los más pequeños, los que efectúan más o viajes de menos de tres días sólo deberán comunicar, a la salida de puerto, toda su trayectoria: con una comunicación, incluso colectiva -a cargo de las cofradías- bastará. Los que capturan especies pelágicas (de superficie) no tendrán que informar de sus movimientos, pero sí registrarlos en el libro de a bordo.

Esta solución propuesta por la presidencia española satisfizo a todos los socios, que temían un régimen más estricto, y la aprobaron. Atienza calificó el sistema de "simple, racional, no discriminatorio y barato en tiempo y dinero". "Espléndida solución", halagaba un miembro de la delegación británica

Mejor que nada

Pero la Comisión quería un sistema más estricto, aplicable a todos los barcos sin excepción, de forma que todos comunicaran por radio o teléfono sus movimientos. Al final, Bonino se mostró satisfecha a medias: "No estoy completamente con tenta, pero algo es mejor que nada, pondremos a prueba el sistema". Había logrado el compromiso de los Estados de registrar por vía informática todos los datos comunicados por los capitanes de barco, y el de volver a discutir toda la cuestión antes del 30 de junio de 1997.

La Comisión teme que la excepción a los barcos pequeños fomente el fraude -72 horas sin control son muchas- y que genere nuevos conflictos entre Estados, cuando armadores de unos países matriculen sus barcos en puertos de otros para aprovecharse de la misma. En todo caso, el nuevo régimen empieza el 1 de enero. Los Quince aprobaron un paquete de 205 millones de ecus (unos 33.000 millones de pesetas) para financiar las instalaciones de control.

Mientras, siguió avanzando el doble acuerdo con Marruecos. Los detalles que faltan para el de pesca se refieren a las garantías técnicas y jurídicas, para que el desembarque en puertos marroquíes sea eficaz, y a la parada biológica de dos meses en 1996. "Por primera vez puedo decir que me parece realizable que la flota vuelva a, faenar a final de noviembre", dijo Bonino.

[Mientras tanto en España, prosiguen las protestas. Miles de personas se manifestaron ayer tarde en Murcia contra del acuerdo de asociación, informa José Rocamora. La protesta, promovida por diversas organizaciones agrarias que desplazaron 200 autocares con agricultores y jornaleros, contó con el respaldo de sindicatos, cooperativas, Cámaras de Comercio y asociaciones de exportadores de tomate. Además, las corporaciones municipales de Águillas y Mazarrón también expresaron su apoyo. En Cañarias, el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores del Puerto de la Luz se mostró dispuesto a "incendiar y volcar camiones", tras comprobar que ha entrado pescado fresco procedente de Marruecos por vía aérea.]

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