Atienza niega que se cambien "peces por tomates" en el acuerdo con Rabat
El ministro de Agricultura y Pesca, Luis Atienza, afirmó ayer, en declaraciones a Europa Press Televisión, que es "rotundamente falso que se hayan cambiado peces por tomates" en las negociaciones que mantienen la Unión Europea y Marruecos para renovar el acuerdo pesquero, que ayer continuaban, por, sexto día, en Bruselas.En respuesta a las críticas lanzadas desde varios sectores agrícolas, preocupados por las concesiones que está dispuesta a hacer Bruselas a cambio de reanudar la actividad de la flota pesquera en los caladeros marroquíes, Atienza dijo: "quiero que la gente sitúe las concesiones en la medida justa, ya que con respecto a lo que Marruecos pudo exportar a la Unión Europea el año pasado su cuota se aumenta en 3.000 toneladas; para ver lo que esto representa merece la pena compararlo con el hecho de que nuestras exportaciones a la UE ascendieron a 700.000 toneladas en este último año".
El ministró señaló también que no ha habido ninguna novedad significativa en el preacuerdo que se pactó, que supone una reducción de las capturas de entre un 10% y un 11 % del promedio anual. Esta reducción llegará al 23% en el último año del acuerdo (1998-99). Defendió que esta caída escalonada de las capturas permitirá una reestructuración gradual y no traumática de la flota española.
Atienza se mostró, sin embargo, en desacuerdo con la intención de Rabat, de imponer una parada biológica durante los primeros meses del acuerdo "porque no tiene mucha lógica que una flota que ha tenido una paralización de su actividad durante seis meses se vea afectada de nuevo a pocas semanas de haber iniciado su actividad".
Los Quince, divididos
Mientras, en Bruselas fuentes comunitarias y marroquíes coincidieron en señalar que las negociaciones están prácticamente concluidas y que se espera sólo la confirmación por parte de los Quince de las concesiones agrícolas pactadas. Alemania ha sido el miembro que, por el momento, se ha mostrado más reticente al acuerdo por considerarlo demasiado caro. Algunas de las concesiones a las exportaciones agrícolas marroquíes, como son la patata temprana y las flores exóticas, le afectan directamente. Holanda e Italia también han mostrado sus reservas sobre las flores exóticas. Portugal, por su parte, rechaza el compromiso para aumentar la entrada de sardinas marroquíes.
Rabat, mientras, espera. Sabe que el acuerdo pesquero es una baza importante para conseguir éstas y otras concesiones, que suponen generosos descensos de los aranceles (recargos en la aduana) de más de 40 productos.
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