Las espadas en alto

Los ministros europeos responsables del ámbito de la cultura y del sector audiovisual mostraron ayer por primera vez una voluntad explícita de consenso en el espinoso tema de las cuotas audiovisuales para, proteger la producción de las obras audiovisuales europeas frente a las norteamericanas. Así lo expresé la ministra española de Cultura, Carmen Alborch, al término de la reunión informal. No obstante, y pese a los deseos expresados por Francia y Reino Unido-Alemania, países que lideran el enfrentamiento en esta materia, las espadas siguen en alto, según informaciones recogidas en fuentes que han participado en este encuentro. Francia, defensora a ultranza de que se mantenga la obligación de que las cadenas emitan al menos un 51% de producción audiovisual europea, se ha mostrado esta vez más blanda y ha dicho que estaría dispuesta a aceptar la cláusula de derogación de las cuotas para aquellas televisiones que no puedan cumplirlas, siempre que lo demuestren objetivamente. Pero Francia -a la que apoyan Bélgica, Portugal y Grecia- quiere mantener, a cambio, como norma general, que permanezcan las cuotas durante 10 años.En el extremo opuesto se encuentran el Reino Unido y Alemania, los cuales, junto con los países nórdicos, se oponen a las cuotas. Desde esta trinchera el representante alemán señaló que su país estaba dispuesto a tomarse con más calma la discusión sobre las cuotas, lo que ha sido interpretado por fuentes comunitarias como un paso importante para llegar al consenso. España, anfitriona en este caso del Consejo de Ministros a la vez que ostenta su presidencia, se mantuvo en una postura intermedia y conciliadora, aunque abiertamente a favor de la reforma de la directiva europea sobre televisión sin fronteras que deberá resolver el tema de las cuotas.

El mayor acercamiento se produjo en el caso de la regulación de servicios por televisión, como la televenta, el patrocinio y la, publicidad, y en la preservación de los derechos de la infancia y los consumidores.

El comisario Marcelino Oreja aprovechó la reunión de Madrid para presentar a los ministros europeos el llamado Instrumento Financiero para el Sector Audiovisual, que propone ayudas a la producción de obras audiovisuales europeas destinadas Al cine y a la televisión (en especial las obras de ficción, ámbito en el que Europa presenta el mayor déficit).

A través de un fondo de garantía que cubrirá mil millones de ecus (158.000 millones de pesetas), partiendo de un capital de base de 200 millones de ecus (31.600 millones de pesetas), se podrán obtener avales para que los productores reciban créditos, según los criterios del mercado, de las entidades financieras.