_
_
_
_
FERIA DE ARGANDA DEL REY

El Miura era Sánchez

La expectación eran los miuras, de los que se lidiaron cinco, y resultaron blandengues, mansurrones, acomodaticios, como si pertenecieran a un Sánchez cualquiera. El sexto, en cambio, pertenecía a un tal Sánchez, y por su seriedad y fiereza parecía Miura verdadero. Paradojas de la vida.

La tablilla lo anunció novillo de B. Sánchez, y nadie por el tendido sabía a ciencia cierta qué ganadería era ésa. Todo el mundo especulaba pretendiendo deducir de su trapío y su temperamento la procedencia, y uno aventuró: "La B, ¿no será de Bictorino?. Gran revuelo produjo la sugerencia, muchos se echaban las manos a la cabeza, alguien replicó: "¡Qué burrada, qué incultura! Bictorino se apellida Martín, no Sánchez".

Miura / Niño de Belén, Ortés, Manuel

Cinco novillos de Eduardo Miura, con peso, exageradamente gachos, blandos, manejables. 6º de B. Sánchez, con trapío, bien armado, bronco.Niño de Belén: estocada ladeada (oreja); estocada tendida trasera, rueda de peones y descabello (oreja). Regino Ortés: pinchazo perdiendo la muleta, pinchazo, estocada honda, rueda de peones -aviso con retraso- Y dobla el novillo (vuelta); tres pinchazos bajos -primer aviso con retraso-, pinchazo hondo, rueda de peones, dos pinchazos bajos -segundo aviso-, estocada caída y cuatro descabellos; se le perdonó el tercer aviso (silencio). Víctor Manuel: seis pinchazos, media delantera -primer aviso con retraso-, dos descabellos -segundo aviso con retraso- y descabello (silencio); seis pinchazos, estocada -aviso- y tres descabellos (pitos). Plaza de Arganda del Rey, 6 de septiembre. 3ª corrida de feria. Lleno.

Cuajado, serio según se ha dicho, aunó genio con mansedumbre y al novillero Víctor Manuel le hizo pasar las de Caín. Ni siquiera el varazo asesino que le propinó el individuo del castoreño persiguiéndole por la diagonal del cuadrilátero hasta dejarlo medio abierto en canal a la puerta de chiqueros, abatió su bronquedad. Incierto en el último tercio, Víctor Manuel empeoró su sentido trasteándole sin orden ni concierto y lo mató a la última.

Víctor Manuel fue muy desafortunado con su lote, pues el Miura tercero resultó ser el único problemático del legendario hierro. Lo recibió con una larga cambiada, verónicas de buena factura, y en el turno de muleta no pudo lucirse a pesar de su pundonoroso empeño, ya que el novillo topaba, en lugar de embestir como Dios manda.

No es que tuviera maldad el Miura mansurrón; es que atufaba a morucho. Los cuatro restantes iban por el mismo camino aunque en dirección contraria. A los cuatro restantes les ponen el hierro de un tal Sánchez antes de que apareciera el Sánchez legítimo pidiendo guerra, y a la afición no le hubiera extrañado nada su apacible sumisión. Grandecitos, con unas astas mochas que apuntaban al santo suelo, soportaron arrepuchados una varita por cabeza, se cayeron alguna vez, esperaron en banderillas más por vagancia congénita que por estrategia defensiva, tomaron mansamente los engaños, murieron cuando les llegó la hora.

Hubo la impresión generalizada de que a los de Regino Ortés la hora no les iba a llegar nunca. Este diestro se ponía a pinchar echándose fuera, pasaba el tiempo y no le echaron al corral, su segundo novillo porque el presidente demoró los avisos. La desastrosa forma de matar le desbarató el triunfo que le habrían valido sendas faenas larguísimas, escasamente inspiradas, reiterativas, aburridas también, voluntariosas sin duda, y ya es sabido cuánto agradecen los públicos que los toreros trabajen a destajo.

Niño de Belén no trabajó menos pero lo hizo con variedad y alegría, dio pases de todas las marcas que ha engendrado el toreo moderno, añadió unos toques tremendistas, se jaleó a sí mismo, aprovechó la fácil manejabilidad de los miuritas gachos y cortó dos orejas. Todo lo cual sucedió por su buen oficio y porque le correspondieron miuras; paradojas de la vida. Si llega a ser uno de B. Sánchez, no se sabe lo que hubiera podido pasar.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_