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Zedillo asegura que el plan de ajuste de México evitó la bancarrota y el caos

El presidente mexicano, Ernesto Zedillo, advirtió ayer que, de no haberse aplicado el plan de ajuste económico contra la crisis financiera que azotó al país a principios de año, México se habría tenido que declarar insolvente y en bancarrota, lo que hubiera provocado el caos. También reconoció que la crisis ha deteriorado los niveles de vida de los mexicanos, creó desaliento en la sociedad y puso en riesgo los 10 años de cambio y desarrollo experimentados en el país.

Zedillo, que rindió ayer su primer informe de Gobierno, se mostró optimista ante el futuro y precisó que México ha entrado en la senda de la recuperación. En lo político, el mandatario mexicano destacó la distensión que existe hoy día en el conflicto de Chiapas e hizo un llamamiento a mantener el diálogo como única vía de solución al enfrentamiento que sostienen el Gobierno y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Nueve meses después de su toma de posesión, Zedillo acudió al Congreso mexicano, sede de las dos cámaras legislativas, para hacer un balance de su trabajo presidencial. Contrariamente a otros años, en que este tipo de actos solía revestirse de gran pomposidad, el joven presidente mexicano optó por la austeridad en cuanto al protocolo y por un mensaje directo mediante el que se enfrentó, además de a la crisis económica, a otros problemas reales del país, como el narcotráfico, el crimen organizado y la inseguridad en las calles.

Sin abucheos

El mandatario mexicano, cuya exposición duró poco más de una hora, no fue abucheado por sus contrincantes como sucedía en los informes presidenciales de su antecesor, Carlos Salinas, en litigio con la oposición de entonces por su supuesta llegada fraudulenta al poder. En esta ocasión Zedillo sólo tuvo que soportar el despliegue de algunas pancartas, entre ellas una solicitando el enjuiciamiento de Salinas y la intervención en paralelo desde un escaño de un diputado de la oposición de izquierdas que, sin inmutarse, leyó durante media hora un manifiesto mientras el presidente se dirigía a diputados y senadores."1996 habrá de ser el año en qué la recuperación se generalice y en que se consoliden las bases para el crecimiento dinámico y sostenido que nos proponemos alcanzar en los años subsiguientes", anuncié Zedillo en referencia a los esfuerzos que está haciendo el Gobierno para salir de la crisis. Momentos antes, el presidente mexicano había advertido que, superado el peor momento, tenía la convicción de que antes de fin de año se iba a comenzar a percibir tendencias favorables a la recuperación.

Zedillo reconoció graves deficiencias en la justicia y en la policía, lo que le motivó a expresar su solidaridad con todas aquellas personas que han visto quebrantada en los últimos tiempos su seguridad ciudadana y anunciarles al mismo tiempo la elaboración en breve de una nueva ley contra la delincuencia organizada. Esta ley iría también destinada a combatir al narcotráfico, que calificó "como la más grave amenaza" a que se enfrenta hoy México.

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