Un vertido de cianuro amenaza Guyana y Venezuela

Las primeros cadáveres de peces, aves y cerdos han empezado a aparecer flotando en el río Esequibo, a 170 kilómetros al suroeste de Georgetown, capital de Guyana, tras un gran vertido de cianuro ocurrido en una mina de oro propiedad de una empresa canadiense. El Gobierno de Guyana y grupos ecologistas han solicitado la ayuda internacional para detener el envenenamiento y recibir agua potable, ya que se ha prohibido utilizar la del río. El desastre ecológico ha puesto en peligro la salud y vida de casi un millón de personas; aunque por ahora no hay víctimas humanas.El vertido comenzó el fin de semana pasado -aunque hasta el viernes no trascendió la noticia-, al romperse el dique de un estanque artificial de lavado y refinación de oro de la compañía Omal Gold Mines. Unos 2,25 millones de metros cúbicos de agua con cianuro, a razón de 60.000 metros cuadrados por hora, cayeron al río Omai y, por ser un afluente, desembocaron directamente en el Esequibo.

El cianuro es un tóxico que puede matar o causar retraso mental incluso si se ingiere en pequeñas cantidades. La empresa Ornai Gold Mine anunció que cerrará la mina por varios meses hasta resolver el problema. Según los expertos, es el mayor desastre económico y financiero ocurrido en Guyana, por cuanto la mina había aportado el 25% de los ingresos de divisas el año pasado, al producir 252.000 onzas finas de oro.