Estados Unidos y Rusia acercan posiciones para forzar la paz en la antigua Yugoslavia
El ministro de Exteriores de Rusia, Andréi Kózirev, no consiguió ayer su propósito de convencer al consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Andiony Lake, de que el levantamiento de las sanciones internacionales contra Belgrado debe ser una prioridad para la resolución de la crisis yugoslava. Sin embargo, el jefe de la diplomacia del Kremlin mostró optimismo y opinó que los enfoques de Washigton y Moscú sobre el conflicto se "han acercado" tras la conversación de dos horas y media que mantuvo con Lake en una dacha (casa de campo) de Sochi, en la costa del mar Negro.
La cita ruso-norteamericana en Sochi, el principal centro de veraneo de la élite política rusa, donde pasa sus vacaciones el mismo Kózirev, fue decidida el jueves por la noche y no figuraba en el programa inicial de la gira europea de Lake. El telón de fondo de la reunión fue un recrudecimiento de las hostilidades bélicas en Bosnia, lo que imprimía un carácter de urgencia a la búsqueda de un nuevo cauce político por parte de los Estados que pueden mediar en el conflicto.Tras la situación cualitativamente nueva creada por la victoriosa ofensiva croata en Krajina, Moscú y Washington han iniciado sendas ofensivas diplomáticas unilaterales. Tras una entrevista con el líder serbio Slobdan Milosevic en Moscú la semana pasada, el presidente Borís Yeltsin propuso la celebración de una cumbre tripartita con participación de Serbia, Croacia y Bosnia para preparar una conferencia de paz y también dio a entender que Rusia podía abandonar el régimen de sanciones internacionales contra Belgrado, si éste no era suprimido oficialmente. El presidente Bill Clinton, por su parte, envió a Lake a Europa para exponer las "nuevas ideas" de la Administración norteamericana, que, a diferencia de las ideas de Yeltsin, han sido divulgadas de modo restringido en las sedes diplomáticas europeas.
Tras haber conversado con Lake, el jefe de la diplomacia rusa aseguraba estar convencido de que "la Administración norteamericana ha decidido hacer esfuerzos más eficaces para encontrar una solución política". "Hemos conseguido hacer participar a Estados Unidos en el debate de los enfoques políticos para regular el conflicto en la ex Yugoslavia"; señaló Kózirev, según la agencia Itar-Tass.
Cumbre necesaria
El jefe de la diplomacia rusa dijo también, según esta agencia, que la propuesta de cumbre de Yeltsin encuentra "reconocimiento" en la administración norteamericana. El ministro insistió en que la cumbre es necesaria para adoptar las decisiones radicales y complejas requeridas para la regulación del conflicto en los Balcanes. Lake, por su parte, no hizo comentarios al abandonar la dacha gubernamental para dirigirse al aeropuerto. Los datos disponibles anoche en Moscú no indicaban cuál había sido la reacción rusa ante las iniciativas de Washington que, según las filtraciones, consisten en un nuevo plan de división territorial de Bosnia.Kózirev reconoció que "las diferencias de énfasis entre los dos lados" se mantenían. Kázirev afirmó que "en el pensamiento norteamericano, la eliminación o suspensión de las sanciones no parecen ser la tarea inmediata que nosotros quisiéramos".
En sus primeras reacciones, los observadores políticos rusos destacaban el hecho de que, al margen de Moscú, EE UU seguía adelante con la segunda parte de su ofensiva diplomática unilateral: el viaje del subsecretario de Estado Richard Ho1brooke a Sarajevo, Zagreb y Belgrado.
Antes de su reunión con Lake, Kózirev había dejado claro que_pensaba insistir en la necesidad de eliminar el bloqueo a Belgrado para estimular las fuerzas que abogan por la paz en Serbia. Rusia continuaba así sus esfuerzos para aprovechar la situación creada por la ofensiva croata para legitimar a Belgrado como un interlocutor serio en los esfuerzos de paz. Y así lo indicaban los argumentos expuestos por el ministro el sábado al término de su reunión con su colega griego, Karolos Papulias.
Kózirev dijo ayer, antes de su encuentro con Lake, que los esfuerzos de Estados Unidos y Rusia "van en la misma dirección". Utilizando una metáfora, el ministro señaló que "ya se conocen todos los cubos con los que hay que construir una regulación del conflicto en los Balcanes". La cuestión, prosiguió, es sólo como colocar estos cubos, a saber: el alto el fuego, la retirada de las tropas y el reconocimiento mutuo, entre otros.
El presidente Yeltsin, que el sábado conversó por teléfono con el canciller alemán Helmut Kohl, no ha reaccionado todavía a la iniciativa de la Duma Estatal de Rusia, que el sábado, en una sesión de urgencia, aprobó proyectos de ley para imponer sanciones a Croacia y levantar las que, pesan sobre Belgrado. El proyecto de ley sólo entrará en vigor si lo firma Yeltsin.
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